Volver a empezar (Herself)
★★★ ★★ Herself
Int.:
Loach, Mike Leigh… ¿Phyllida Lloyd? Sí, el realismo social de las islas británicas también es cosa de mujeres. De hecho, pese a que sus títulos pretéritos no pueden ser más diferentes entre sí, Mamma Mia! y La Dama de Hierro eran films que situaban a la mujer como eje central del relato. Lo mismo que sucede en este retrato ★★★★ ★ Lux Æterna
Int.:
Dir.:
DRAMA.
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DRAMA.
que se intuía, sobre todo por su condición de película corta y (en teoría) con un pie en el experimento, un capricho en la filmografía de Gaspar Noé es en realidad una de sus mejores obras. Esteta febril y virtuoso incontestable de la concepción de imágenes y sonidos, el director de Irreversible (2002) y Climax (2018) arma en menos de una hora una de las crónicas más lúcidas, afiladas y delirantes de la filmación de una película. Sin piedad, con gracia, jugueteando con el terror, sin sombra de autocrítica (esto es maravilloso). Para ello, convierte un set de rodaje en un averno de colores encendidos, luces estroboscópicas y seres urgentes. Un infierno que representa y lleva al límite (es esta una película tan fascinante como extenuante) el baile de egos e intereses, la pérdida del control creativo y la posibilidad del misterio durante la filmación de una película. Noé, además, esquiva la trampa del golpe de efecto velado para conmocionar al espectador. Aquí el motor de la conmoción no es una provocación disimulada, sino directamente su alucinante caudal de imágenes y sonidos.
Lo mejor: su conversión de un rodaje en un averno estroboscópico.
Lo peor: creer que es una película menor en la filmografía de su autor.