El muro que nos separa ‘La mujer ilegal’.
Una conversación casual fue el punto de arranque de la quinta película del catalán Ramon Térmens, que denuncia el trato a los inmigrantes en un thriller con trasfondo social y gran crudeza.
Fernando Vila es un abogado de inmigración que intenta averiguar la verdad sobre la muerte en un centro de una joven.
La verdad oculta. Yo no soy racista, pero… Esa frase, oída en una conversación al azar y debido a todo lo que implica, fue el punto de partida de la quinta película como director de Ramon Térmens, que debutó hace ya 15 años con la potente Jóvenes (2004). La película nació en una fiesta de Navidad del colegio de mi hijo, dice el cineasta. Allí conocí al abogado de inmigración Ferran Villuendas, que ha dedicado toda su vida a algo tan simple y complejo a la vez como es conseguir los papeles a inmigrantes que están en situación irregular, es decir, ilegales. Le mostré a Ferran mi película anterior, Catalunya über alles!, donde trataba la intolerancia desde distintos puntos de vista y abordaba el racismo de la gente que no parecía serlo, cuenta el realizador. Un cruce de correos electrónicos del director y su colaborador Daniel Faraldo (guionista y protagonista de casi todas sus películas) con otros abogados por los Derechos Humanos les sirvió para conocer casos de torturas, deportaciones ilegales o muerte que no han trascendido.
La punta del iceberg. De esta forma, recogiendo testimonios, escribimos un guion de un contenido duro e intenso, cuyas fatalidades narradas no son más que la punta del iceberg de un sistema legal que oprime, humilla y rebaja a unos seres humanos a ser pura cifra: la del número de ilegales, la del número de deportados, la del número de muertos del Mediterráneo… Además de Faraldo, que se encarga de interpretar al abogado que destapa la trama, en el film participan la catalana Yolanda Sey, el veterano Boris Ruiz e Isak Férriz, como el jefe de policía al cargo de los casos investigados.
Carrera concienciada.
La denuncia de la falta de ideales ( J óvenes),
la corrupción política (Negro Buenos Aires), el narcotráfico (El mal que hacen los hombres) y el racismo ( Catalunya über alles! y La mujer ilegal)
han marcado desde sus inicios la reflexiva trayectoria como director de Térmens.