El bisturí teléfilo
LAS SERIES Y EL 5 POR CIENTO
Nadie puede cuestionar el valor cultural de las series, pero se presta menos atención a que son un producto comercial que debe tener sentido económico para sus productores. En un contexto de transformación del mercado, cabe preguntarse no solo quién la paga, sino cómo. Mientras se vive el ocaso de los estrenos en las cadenas generalistas, y con ello el retorno en forma de ingresos publicitarios, las estrategias financieras para hacer series empiezan a ser tan complejas como las cinematográficas. El actual auge de la producción no se entiende sin los ingresos derivados por el estreno en primera ventana en servicios de VOD y las ventas internacionales. Pero desde hace años hay otro factor que pasa más inadvertido: el 5 % de sus ingresos anuales que los operadores deben invertir en contenido europeo y que, aprovechando la flexibilidad de la reglamentación, a menudo se canaliza en series.
Los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de 2018 muestran que Atresmedia y Mediaset cumplen con el 5 % gracias a las series, y no solo con la inversión en cine. Y también revelan la actividad de otros operadores que han iniciado recientemente la producción de originales, como Fox con la continuación de Vis a vis. Los beneficiarios más directos son empresas independientes como Mediapro, que van sumando fuentes de financiación en lugar de depender de una única cadena. Además de Vis a vis, tienen estructuras complejas de financiación The Head y Caminantes. Son estrenos recientes de Mediapro presentados como originales de Orange, otro operador con la obligación del 5 %.
De mantener y reforzar las medidas de fomento del audiovisual también depende el futuro de las series.