El bisturí teléfilo
SERIES DE URGENCIA
Las series se siguen adaptando a la crisis del coronavirus de diferentes formas, especialmente entrando en los temas que se han puesto sobre la mesa durante este periodo y que van a determinar la recepción de ciertos contenidos. No cabe duda de que las ficciones médicas están en una situación privilegiada para abrazar la actualidad, y algunas, como The Good Doctor (AXN), ya han tomado partido incorporando el colapso de los hospitales y la incapacidad de sus protagonistas para salvar vidas a sus tramas. Pero incluso las que ya estaban producidas se pueden ver ahora de otra forma. Es el caso de la francesa Hipócrates (Filmin), donde precisamente una infección pone la vida cotidiana de un centro médico sobre los hombros de unos jóvenes residentes tanto precarizados como superados por las circunstancias. Y también de DOC (AXN), uno de los grandes éxitos del año en Italia gracias a un carismático protagonista que ha perdido 12 años de recuerdos, pero ha recuperado el tipo de empatía por sus pacientes que ahora es más necesaria que nunca.
Incluso antes de la crisis del coronavirus ya había una tendencia a huir de los antihéroes y que buscaba la esperanza en las situaciones más difíciles, en la enfermedad física o mental. La comedia rusa 257 Reasons to Live presenta a una joven que decide cumplir los deseos que había anotado antes de que su cáncer entrara en remisión. Por su parte, el drama turco The Red Room es una apuesta algo distinta a las que solemos ver de ese país: se desarrolla en una clínica de tratamiento psicológico donde se atiende exclusivamente a mujeres. Hasta HBO ha decidido revivir la serie En terapia con Uzo Aduba como nueva protagonista. Parafraseando el lema promocional de la primera temporada de En terapia, las series están escuchando.