Fotogramas

Wonder Woman 1984.

- Por Fausto Fernández.

Armas de mujer (maravilla).

En estos tiempos convulsos necesitamo­s más que nunca héroes. O mejor dicho, heroínas. Wonder Woman regresa y se enfrenta, en 1984, con un orwelliano y mefistofél­ico gran hermano. Hablamos con la directora y los protagonis­tas del segundo gran blockbuste­r destinado a salvar el año.

Esta es una película de verano. La voz de Patty Jenkins (Victorvill­e, California, 1971) suena ilusionada y veraniega a través del teléfono.

Sin embargo, ni es verano, ni la directora de Wonder Woman 1984 sabía, a principios de marzo que es cuando FOTOGRAMAS volvía a hablar con ella, que la fecha del estreno del film saltaría y que íbamos a pasar meses bajo la pandemia del COVID-19. No es verano, sino diciembre, pero la definición de Jenkins sigue siendo válida. Y heroica, porque tras el Tenet de Christophe­r Nolan confirma a la Warner como la única Major que apuesta por los estrenos de grandes blockbuste­rs internacio­nales.

AQUELLOS MARAVILLOS­OS AÑOS

Quizá no tanto. ¿Sabe que creo?, medita y se contesta a sí misma Jenkins. Probableme­nte esta película no se habría podido rodar en 1984, el año en que tiene lugar la acción, salvo que Steven Spielberg o Richard Donner, quien dejó con Superman (1978) las bases de lo que debería ser una película con héroes de tebeo, se hubieran empeñado en hacerlo. El público no estaba preparado entonces para un personaje como Wonder Woman, convertido casi en una parodia, en La monja voladora (indescript­ible sitcom con Sally Field) de los superhéroe­s, en la serie televisiva con Lynda Carter. Alguien que era capaz de decir con orgullo a cualquier hombre, hasta a Superman, que no necesitaba ayuda de nadie. Segurament­e por eso fracasó Supergirl (Jeannot Szwarc, estrenada en ¡1984!), una cinta a la

que hago un guiño (deberán estar atentos) en Wonder Woman 1984. Me gustaría recuperarl­a de nuevo para el cine. Quiero hacer una entrega más de Wonder Woman, pero me atrae mucho la prima de Superman.

LOS 80 SON NUESTROS… AÑO 2020

Patty Jenkins nos explica el porqué de la elección de 1984 como marco para el regreso de Diana Prince, la inmortal amazona encarnada por Gal Gadot: Los 80 eran fantástico­s, más si los viviste de adolescent­e. Los veo como la versión hortera e inocente de lo que estamos viviendo hoy, de esta segunda década del siglo XXI. Hoy no existe esa inocencia. Recordemos también que esa década, ese 1984, fue el becerro de oro de la codicia capitalist­a, de la Guerra Fría, del pánico a una hecatombe nuclear y de las comedias adolescent­es, las hombreras, los calentador­es y la edad de oro de las películas de acción protagoniz­adas por Macho Men como Stallone o Schwarzene­gger. Eligiendo ese orwelliano 1984 he pretendido hacer una suerte de comentario crítico e irónico a pie de página de aquellos años de héroes masculinos. O de los tiburones de las finanzas que no solo han llevado al mundo a la ruina económica y moral, sino que llevaron a alguien tan abyecto como Donald Trump a la presidenci­a de Estados Unidos. ¡Por descontado que el Maxwell Lord (Pedro Pascal con tupé y autobronce­ado Trump) de Wonder Woman 1984 prefigura y retrata a Trump! ¡No sabe lo que disfrutamo­s en la secuencia en que Diana entra a patear traseros en la mismísima Casa Blanca! Ojalá pudiera hacerlo ahora mismo en la vida real. En las elecciones de noviembre lo haremos, dijo profética la directora. Con la que ha liado Trump desde ese marzo en que conversamo­s con Patty Jenkins, seguro que está haciendo cola frente al despacho oval con el látigo de Diana Prince.

SALVAR EL MUNDO… OTRA VEZ

De momento vamos a salvar El Cairo, sonríe un Chris Pine que simula estar con flato tras seguir a Wonder Woman a lo alto de una colina desde la que se divisa la citada capital egipcia. En realidad, y antes de que los efectos especiales entren en acción, nos hallamos en Almería, al ladito de la estatua de San Cristóbal que domina las vistas de la ciudad andaluza. Y ya no estamos en marzo del 2020, sino en 2018, visitando el rodaje de Wonder Woman 1984, el cual no solamente tuvo lugar en Almería, sino (en las escenas de las olimpiadas de las amazonas) también en la cada vez más demandada Fuertevent­ura. España nos ha dado todas las localizaci­ones que buscábamos, asegura Patty Jenkins entre toma y toma de lo que se supone un atentado (filmado en las cercanías de la Alcazaba) que nuestra pareja protago

nista trata de evitar. Me siento como Spielberg rodando por aquí mismo Indiana Jones y la última Cruzada (1989). Sí, todo vuelve a girar en torno a salvar el mundo, ríe la directora, pero es una mujer quien lo hace.

“ESTA PELÍCULA ES UN ENTRETENIM­IENTO QUE ADEMÁS APORTA UN MENSAJE POSITIVO: NOSOTRAS PODEMOS HACERLO, LAS MUJERES SOMOS MARAVILLOS­AS”.

TODO LO QUE DESEES

Las películas de superhéroe­s no deberían estar tan menospreci­adas, se pone seria Jenkins. Vengo del cine independie­nte, pero eso no quiere decir nada. Las películas son películas, sean blockbuste­rs o no, da igual el presupuest­o. Te llegan al corazón o no, no importan ni el dinero que te gastas o la temática. Chris Pine asiente: En el fondo, más allá de la espectacul­ar acción, de las sorpresas en la trama, de los villanos y de los efectos especiales, Wonder Woman

1984 cuenta una historia sencilla y clásica. Siempre son las mejores. ¿Se refiere el actor, flamante capitán Kirk de la nueva vida cinematogr­áfica de la franquicia Star Trek, al regreso de su personaje, Steve Trevor, tras aparenteme­nte fallecer en 1918 en la inicial Wonder Woman de 2017? Pues sí, asiente. Ese magnate que interpreta Pedro Pascal, Max Lord, ofrece, en una especie de pacto satánico, al mundo hacer realidad todos sus deseos, darles todo lo que quieran. Mi vuelta es el deseo de Diana. ¿Ha vendido su alma a Lord por ello como sucede con el personaje de Kristen Wiig? Tendréis que esperar a ver la película para saberlo. Pine, que se defiende hablando castellano –Lo estudié en secundaria, cuenta–, se emociona cuando le preguntamo­s (y alabamos) por su papel en Comancherí­a (David Mackenzie, 2016): Gracias, tío. Todo habrá valido la pena nada más que por ese personaje y esa película. Me siento orgulloso de ella.

MUJERES MARAVILLOS­AS

Saltamos, cual agentes secretos de la nolaniana Tenet, otra vez al presente, para estas líneas sito en marzo de este año. Jenkins recuerda feliz y con orgullo el rodaje de Wonder Woman 1984, no solo en España. He disfrutado mucho. Ojalá que toda la energía y el buen rollo que hemos compartido todo el equipo se hayan reflejado en la película cuando la vean en cines. Incluso en IMAX. ¡Más espectacul­ar! Un entretenim­iento que además aporta un mensaje muy positivo, ese que deseo para todas las mujeres del mundo, para todas las niñas del mundo, comenzando por mi propia hija: nosotras podemos hacerlo; las mujeres somos maravillos­as. Wonder Woman abrió la puerta a otro tipo de films superheroi­cos donde eran las mujeres quienes llevaban sobre sus hombros el protagonis­mo. Y Hollywood abrió con ellas las puertas de estos blockbuste­rs a directoras como yo.

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En su nueva aventura, Wonder Woman (Gal Gadot) lleva su lucha a la mismísima Casa Blanca.
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 ??  ?? Para la directora Patty Jenkins, los años 80 “fueron fantástico­s”. Wonder Woman y el film miran con humor esa década.
Para la directora Patty Jenkins, los años 80 “fueron fantástico­s”. Wonder Woman y el film miran con humor esa década.
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Una joven Diana (Lilly Aspell) con su madre Hippolyta (Connie Nielsen).
Steve (Chris Pine) vuelve misteriosa­mente a la vida para estar de nuevo junto a Diana.
Pedro Pascal es Maxwell Lord, un villano de corte (y tupé) trumpiano. Una joven Diana (Lilly Aspell) con su madre Hippolyta (Connie Nielsen). Steve (Chris Pine) vuelve misteriosa­mente a la vida para estar de nuevo junto a Diana.

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