MANUELA CARMENA
La jueza y exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena, que publica un libro de cuentos, nos recuerda los sábados de cine de su infancia y su amor platónico por Paco Rabal.
Escritora, exjueza y exalcaldesa, descubrió su insobornable afición a las películas españolas cuando su madre la empezó a llevar de niña a los cines de la Gran Vía madrileña.
¿Su primera vez con el cine español?
Desde muy pequeña yo iba a los cines de la Gran Vía madrileña con mi madre y mi hermana Ana, 3 años mayor que yo, todos los sábados por la tarde. Íbamos allí porque mi padre tenía un comercio en la zona y así pasábamos la tarde. Recuerdo con especial cariño
Historias de la radio (J. L. Sáenz de Heredia, 1955). En mi infancia ha habido mucho cine, porque las monjas en el colegio nos pusieron un cineclub donde vi joyas como Murió hace quince años
(Rafael Gil, 1954), con un Paco Rabal jovencísimo y guapísimo.
¿En qué film español se quedaría a vivir?
Creo que en ninguno, me gusta mi vida.
¿Con qué actor o director se iría de cañas?
No soy de cañas, pero una copita de vino blanco con Dani Rovira sería fantástica.
¿Con quién no se sentaría en un avión?
No vetaría a nadie, me resultaría agradable sentarme con cualquiera.
Un amor adolescente mitómano.
Francisco Rabal, sin ninguna duda.
¿A qué estrella internacional desearía ver en el cine español? A Susan Sarandon.
¿Con quién del cine español le gustaría trabajar mano a mano? Nuestro cine ha hecho infinidad de películas que muestran la desigualdad y la injusticia que persisten en el mundo, y todas ellas han sido una valiosa herramienta de transformación para intentar un mundo mejor.
14 kilómetros (Gerardo Olivares, 2007) o
Las cartas de Alou
(Montxo Armendariz,
1990) abordan el drama de la inmigración africana; Los lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002) muestra de forma magistral la erosión a la que nos aboca el desempleo; Te doy mis ojos (Icíar Bollaín, 2003), la violencia de género… Todas son un claro ejemplo de cómo el cine es un amplificador extraordinario de valores como la dignidad y la justicia.
¿Algún actor/director al que admire especialmente? Los admiro a todos, porque tenemos unos profesionales estupendos. Desde luego destacaría a Almodóvar, a Icíar Bollaín, a Daniel Monzón o a Alberto Rodríguez.
¿Qué cinta española le recomendaría ver a su nieta Lola? Le gustó mucho Campeones (Javier Fesser, 2018), y ahora, aunque sea serie, le recomendaría ver Patria.
¿Cómo se comunican mejor esas ideas de justicia y dignidad de las que habla, en el cine o en un mitin? El cine es pura empatía, mueve las emociones e invita a anclar las ideas de progreso de la mejor forma. Los mítines, la verdad, no sé para qué sirven.