FAHRENHEIT 451
AL ROJO VIVO
Los atuendos de algunos de los asaltantes del Capitolio, que parecían salidos de un cruce entre Pequeño gran hombre y El renacido en un escenario que se nos antojaba como el preludio de
El cuento de la criada.
El formato que adoptará forzosamente la Berlinale 2021 por la pandemia: una versión on-line en marzo para la industria y una presencial en junio con proyecciones.
La renovación en una industria que ha puesto en primer plano nombres de cineastas como Luis López Carrasco (El año del descubrimiento), Pilar Palomero (Las niñas),
Nuria Giménez Lorang
(My Mexican Bretzel)
o David Pérez Sañudo
(Ane).
CALDEADO
El (maravilloso) casting que unirá a Javier Bardem y Nicole Kidman como el matrimonio formado por Desi Arnaz y Lucille Ball, en el nuevo proyecto de Aaron Sorkin.
Las (loables) iniciativas de algunos circuitos de salas de reponer en pantalla grande a precio moderado clásicos como La regla del juego (Jean Renoir, 1939) o ciclos temáticos de autores como Kurosawa.
La rectificación de la decisión inicial de no acreditar al creador (Carlos Montero) de Física o Química en el Reencuentro, como sucedía en los (por fortuna desaparecidos) tiempos en los que las series no tenían autoría.
NI FRÍO NI CALOR
Los (cansinos) rumores y quinielas sobre los candidatos a suceder a Daniel Craig como nuevo Bond. El último, el actor británico RegéJean Page, el reclamo erótico-festivo de
Los Bridgerton.
Los (amarillistas) titulares sobre la supuesta afición al sexo salvaje y el canibalismo de Armie Hammer, cuya repercusión obligó al actor a abandonar el rodaje de su nueva producción, Shotgun Wedding.
ZONA GLACIAL
Las (indeseadas) consecuencias de las nevadas para teatros, salas y rodajes, suma y sigue a las de la pandemia.
El (truculento) episodio de la anunciada muerte de la chica Bond Tanya Roberts (Panorama para matar) dos días antes de que falleciera.
El (terrible) cierre del Teatro Pavón Kamikaze, otro foco de nuestra cultura que se ve obligado a bajar el telón.