Zendaya y Sam Levinson, por Malcolm & Marie.
Tras triunfar como chica Disney desde los 13 años y convertirse en una de las jóvenes más influyentes del planeta gracias al fenómeno ‘Euphoria’, la cantante y actriz brilla en su primer papel adulto en ‘Malcolm & Marie’, un drama romántico escrito y dirigido por su amigo y mentor Sam Levinson. Hablamos en exclusiva con ellos, para descubrir la arrolladora personalidad de una mujer llamada a liderar una generación y cómo han formado este tándem ganador que se atreve con todo.
No habrá sorpresas, yo no voy a volverme loca, respondía Zendaya (Oakland, California, 1996) en 2015 cuando le preguntaban si había alguna posibilidad de que se sumara a la larga lista de chicas Disney que acaban copando más titulares por meterse en líos que por su trabajo. Entonces protagonizaba la serie de Disney Channel K.C. Agente especial, pero también era la productora ejecutiva, una pista que ya invitaba a pensar que no estábamos ante una adolescente como las demás. Cinco años después, Zendaya es una superestrella global. El gran showman (M. Gracey, 2017) le dio la oportunidad de explotar su faceta de cantante y le abrió las puertas del cine y con Spider-Man: Homecoming (J. Watts, 2017) se subió al carro de un taquillazo de Marvel. Pero fue la serie Euphoria (HBO), en la que da vida a Rue, una adolescente drogadicta y en permanente conflicto consigo misma y con el mundo, la que la convirtió en una intérprete respetada y la ganadora a Mejor Actriz más joven en la historia de los premios Emmy. No solo eso: Zendaya es también un icono juvenil (tiene 84 millones de seguidores en Instagram) y un referente de estilo, lo que le permitió, con solo 22 años, entrar en el selecto club de embajadoras de una firma cosmética, Lancôme, un título que comparte con actrices consagradas como Penélope Cruz, Kate Winslet o Lupita Nyong’o. Es un gran honor, reconoce Zendaya. Y también la prueba de que es la intérprete más poderosa de su generación. Un estatus que probablemente no habría alcanzado tan rápido sin la ayuda de su cómplice, Sam Levinson (1985), creador de Euphoria además de guionista y director de Malcolm & Marie, un tour de force entre Zendaya y John David Washington (Tenet), una pareja que, en una noche que debería ser de celebración, se enfrenta a sus demonios e inseguridades. Un drama romántico producido por Netflix, en blanco y negro y tiempo real, que ha colocado sus nombres en todas las quinielas de los Oscar.
DOS EN LA CARRETERA
Levinson, hijo del cineasta Barry Levinson (Rain Man), productor de películas propias y ajenas (como Fragmentos de una mujer, de Kornél Mundruczó) y actor ocasional en su infancia y juventud, se une a Zendaya (pronúnciese ‘Sendeia’) vía Zoom para hablar con FOTOGRAMAS en la única entrevista que han concedido a un medio mensual europeo. Él esta preparando el inminente rodaje de la segunda temporada de
Euphoria, pospuesto por la pandemia, y ella hace un descanso entre toma y toma de la nueva entrega de Spider-Man. Ambos se muestran felices, compenetrados y habladores, especialmente Zendaya, que gesticula sin parar frente a la cámara con la melena alborotada y sin rastro de maquillaje.
Cuando miraba la foto de Zendaya, que estaba colocada junto a las de otras candidatas para protagonizar Euphoria,
sabía que iba a ser ella incluso antes de conocerla. Disfruto mucho trabajando juntos porque siento que su talento no tiene techo y que debo dar lo mejor de mí para estar a su altura, reconoce Levinson. Inmediatamente nos dimos cuenta de que éramos muy diferentes, pero muy similares en
“MI TRABAJO AHORA ES CONSEGUIR QUE LAS MUJERES QUE VENGAN DESPUÉS, ESPECIALMENTE LAS NEGRAS, LO TENGAN MÁS FÁCIL PARA PENSAR, DECIR, CONTAR Y HACER LO QUE QUIERAN”.