Todas las lunas
★★★ ★★
Ilargi Guztiak (Esp., Fra., 2021, 102 min.). Dir.: Igor Legarreta. Int.: Haizea Carneros, Itziar Ituño, Josean Bengoetxea. DRAMA FANTÁSTICO.
Tras la acogida de cintas como Errementari y Handia, el segundo largo de Legarreta reincide en la aproximación mágica a la historia y el paisaje del País Vasco, pero si aquellas eligieron la aventura mitológica, la primera, y el enfoque antropológico, la segunda, Todas las lunas se presenta como cuento infantil lírico y oscuro, de ritmo reposado y atmósfera encantada, sacando provecho del paisaje euskera con cuidada estética prerrafaelista, así como de un buen empleo de la elipsis, haciendo innecesarias explicaciones o excesos discursivos. La niña,
Haizea Carneros, pequeña vampira
(quizá mejor decir pequeña lamiak) a su pesar, se convierte en símbolo del libre albedrío, los pesares de la inmortalidad y el egoísmo del amor materno, en una fábula a la que flaco favor se hace etiquetándola como película de terror, pues se mira más en el espejo de obras poéticas como Cuando fuimos brujas que en el género de horror. Puede reprocharse al film su dilatado metraje y cierta falta de energía narrativa, pero pese a todo se trata de un apreciable intento por consolidar un ‘ fantastique vasco’ que aporte aire fresco a nuestro panorama cinematográfico, atascado nuevamente en un cine ‘realista’ pocas veces realmente necesario.
Inmortalidad a cambio de compañía. Esa es la peculiar oferta que ofrece una mujer que habita en una cueva del bosque (Itziar Ituño) a la huérfana Amaia (Haizea Carneros) cuando la rescata de su encierro durante el final de la última Guerra Carlista. Filmado en euskera, el segundo largometraje del cineasta bilbaíno Igor Legarreta ( Cuando dejes de quererme, 2018) aborda una nueva visión, atada a la tierra, de las películas de vampiros y sus condenas eternas.
ESTRENO: 19 FEBRERO