Una joven prometedora
★★★★★ Promising Young Woman (EE. UU., R. U., 2020, 113 min.). Dir.: Emerald Fennell. Int.: Carey Mulligan, Bo Burnham, Laverne Cox, Clancy Brown, Jennifer Coolidge, Alison Brie. DRAMA.
Una joven prometedora es la historia de una mujer (Carey Mulligan), traumatizada por un suceso trágico, que castiga a agresores sexuales en potencia. La directora y guionista Emerald Fennell toma muchos riesgos para componer este relato sobre trauma, abusos y cultura de la violación. Y, con toda razón, se muestra muy enfadada: tal vez no sea imposible, pero sí es muy difícil hablar hoy de las cosas de las que ella habla sin indignación e ira.
Esa combinación de valentía y enfado se agradece y es necesaria, pero también es un cóctel delicado. En Una joven prometedora, de tan intenso, ese cóctel se desborda y provoca algunos desajustes. Los más llamativos, de tono: el cruce de drama y comedia negra que prueba Fennell se desestabiliza a ratos. También hay algunas decisiones cuestionables en la historia (no conviene desvelarlas) que rozan la contradicción. Sin embargo, sería injusto aferrarse a esas fallas ante una película así.
Los últimos años, varias directoras se han cuestionado en sus películas el rape and revenge (subgénero del terror que va exactamente de eso, de mujeres violadas que se vengan de sus agresores) y han intentado desactivarlo, reinventarlo, sacudirlo, romperlo. Son buenos ejemplos Revenge (Coralie Fargeat, 2017), Amulet (Romola Garai, 2020) o M.F.A. (Natalia Leite, 2017). De todas, sin embargo, la que ha ido más lejos, hasta el punto de reformular el subgénero, es Fennell. Hay muchas decisiones determinantes en Una joven prometedora, de la que destaca la habilidad de la cineasta para reflejar a nivel estético el universo (inquietante y dolorosamente infantil) de una mujer cuya vida, por desgracia, se estancó hace tiempo. Pero, de todas las decisiones que toma Fennell, la más importante y valiosa es la inteligencia y la ferocidad con las que se cuestiona la idea de la venganza como catarsis, mucho menos como cura. Solo por esto último, Una joven prometedora no debería ser subestimada.