La hija eterna
★★★★★
The Eternal Daughter (R. U., Irl., EE. UU., 2022, 96 min.). Dir.: Joanna Hogg. Int.: Tilda Swinton, Joseph Mydell, Carly-Sophia Davies. DRAMA.
En su sexto largometraje, Joanna Hogg nos brinda una variante íntima y experimental del cine gótico, el género que convirtió el espacio doméstico en la caja de resonancia del miedo de las mujeres. Una anciana madre y su hija Julie, encarnadas ambas por Tilda Swinton, se hospedan un fin de semana en la antigua residencia familiar de la progenitora, convertida ahora en hotel. Julie ha organizado la estancia para atesorar el recuerdo de unos días de felicidad compartida con su madre, antes de que sea demasiado tarde. El film transcurre en una única localización, una mansión típicamente británica tan hermosa como inquietante. Ya desde su llegada, una serie de pequeños detalles perturban el ambiente: ruidos inesperados, una recepcionista hostil en forma de millennial poco solícita, la falta de cobertura telefónica, ese pequeño cementerio adyacente, el espectro que se aparece en la ventana, la posible perspectiva de una narradora no fiable… Con su elegancia habitual, la directora británica maneja los elementos propios de la ficción gótica desde una autoconciencia maestra no exenta
de ironía. Bajo el gusto exquisito de Hogg subyace un sentido del humor que no siempre se aprecia a la primera.
La hija eterna funciona a la vez como cuento de fantasmas y como laboratorio para cristalizar un relato sobre la complejidad del vínculo maternofilial. En este drama gótico de cámara, el uso del plano contraplano solventa a priori la aparición de una misma actriz desdoblada en dos papeles diferentes. Pero también plasma las dificultades de una madre y una hija para converger en una vivencia de memoria compartida. Si el cine gótico clásico recogía la angustia femenina ante el matrimonio, La hija eterna plasma el miedo a perder la conexión materna cuando además no se dispone de descendencia propia. Joanna Hogg reincide en reflejar la experiencia femenina como alteridad y extrañeza. También convierte su nuevo film en un inesperado complemento al díptico de The Souvenir en que el cine deviene finalmente el espacio posible para una última reconciliación.
ESTRENO: 12 MAYO