El maestro jardinero
★★★★★
Master Gardener (EE. UU., 2022, 111 min.). Dir.: Paul Schrader. Int.: Joel Edgerton, Sigourney Weaver, Quintessa Swindell, Eduardo Losan, Esai Morales, Rick Cosnett. DRAMA.
El maestro jardinero es una película de Paul Schrader. De principio a fin. En ella están los personajes, los temas y las situaciones que cruzan su filmografía. Por la estructura del relato y el perfil de su protagonista, funciona a su vez como cierre de la suerte de trilogía que completan las extraordinarias El reverendo (First Reformed) (2017) y El contador de cartas (2021). En este caso, el hombre que rompe con su pasado y encuentra refugio en otro lugar y otra vida (no en otro mundo) es Narvel, el maestro jardinero. Excesivamente vestido para esconder un cuerpo que desvela su pasado, se ocupa, junto a un grupo de chavales, del cuidado de los jardines de una mujer rica (Sigourney Weaver). La primera mitad de El maestro jardinero es magnífica. Schrader arma con la imagen y la palabra un paralelismo exquisito entre el protagonista, al que da vida Joel Edgerton, y el jardín del que se ocupa. Narvel evita que el jardín crezca salvaje y, al hacerlo, evita que su pasado, también salvaje, regrese.
Esa primera parte, claramente bressoniana, transcurre en calma.
Schrader filma desde la pausa los rigurosos rituales de jardinería que el protagonista sigue y lega a sus aprendices. También lo observa y escuchamos (voz en off) en la escritura de un diario de jardinería que funciona como metáfora-estímulo de reflexiones vitales más profundas. Y deja que entre las flores se cuelen, a modo de violentos fogonazos, las terribles verdades sobre las que crece el jardín. Es esa la mitad más interesante del film. Una vez se concreta el pasado del protagonista, el relato se vuelve demasiado cristalino y, tal vez por contraste, algo forzado. Aun así, esa parte más accesible (por sus mimbres de thriller y de melodrama romántico) se acaba resquebrajando para bien. Tiene algo de caramelo envenenado, y la prueba más clara es el final. Pese a su aparente luminosidad, el desenlace de El maestro jardinero deja un regusto amargo, incluso violento. Schrader vuelve a recordar ahí con maestría que la redención y las segundas oportunidades (incluso terceras) pocas veces son posibles, limpias o completas.
Ent. con Sigourney Weaver en pág. 26
ESTRENO: 9 JUNIO