‘EL OTRO LADO’
“CON LOS AÑOS PIERDES COMPLEJOS. Y VAS PROBANDO, SIEMPRE DESDE EL RESPETO Y EL PUDOR, QUE NO MIEDO”.
Buenafuente ya jugaba a lo de actuar. Sí, estoy de acuerdo, siempre he flirteado con la interpretación. En el primer
El Terrat ya mezclábamos en la misma mesa a actores y locutores, y siempre he navegado entre esas dos aguas. En los países anglosajones es frecuente ver a hombres y mujeres que escriben, dirigen, pintan, cantan, interpretan, producen, y se dice que son artistas muy completos. En el mundo hispano dicen… ¡ojo, un momento! Pasa que con los años pierdes complejos. Y vas probando, siempre desde el respeto y el pudor con el que hay que acercarse a cualquier disciplina. Respeto y pudor, que no miedo.
Hacerse pesado. Cumplido el viejo deseo de construir un personaje alejado de su imagen, Andreu nos confiesa que
En la serie, Berto Romero interpreta a Nacho Nieto, un periodista que se acerca a la cincuentena malviviendo en un túnel sin luz ni final. En su momento, en los lejanos años 80, trabajó en un mítico programa de TV dedicado a investigar y divulgar el misterio y los fenómenos paranormales, un espacio que regentaba su mentor, el doctor Estrada (Andreu Buenafuente). Ahora, apenas tira adelante con un canal de YouTube con una cantidad de suscriptores que cabría en la cocina de su casa. Desesperado y al borde del suicidio, Nacho encontrará una última oportunidad cuando el azar ponga en su mapa a un espectro que aterroriza a una mujer (María Botto) y a su hijo.
ESTRENO: 23 NOVIEMBRE EN MOVISTAR PLUS+
querría seguir experimentando en ese sentido. He levantado el pie de una tele muy industrial y seriada, como son los late nights. Los Letterman, Leno, y demás se jubilan a los 60 y tantos, y yo lo he dejado un poco antes, con la sensación de que era el momento adecuado. Aún tengo ganas e ilusión de afrontar proyectos, pero escogiendo bien. Así que estoy muy abierto a seguir en esa línea de la interpretación. Mi máxima es que no quiero hacerme pesado. Debo hacerme mayor con dignidad, y devolver todo ese patrimonio que me ha dado el público con respeto. Que nadie diga ¿a dónde va ese señor? Y cuando eso desaparezca, no pasa nada, me quedaré en casa pintando. La cuestión es no hacerme pesado. ◆