La tierra prometida (The Bastard)
★★★★★
Bastarden (Din., Ale., Sue., 2023, 127 min.).
Dir.: Nikolaj Arcel. Int.: Mads Mikkelsen,
Simon Bennebjerg, Amanda Collin, Kristine Kujath Thorp. DRAMA.
Es fácil imaginarse La tierra prometida (The Bastard) como un western. El mito de los colonos, que se asientan en territorio ignoto para volverlo fértil y crear comunidad, toma forma en el laconismo ‘eastwoodiano’ de este militar de linaje dudoso que quiere probar un nuevo cultivo (¡patatas!) en la tierra baldía de Jutlandia, al norte de Dinamarca, en pleno siglo XVIII. En un principio, las ambiciones de este jinete pálido tienen más que ver con el orgullo y la ascensión social que con el altruismo, aunque su enfrentamiento con el cacique del lugar, un señor feudal que suple su incompetencia con sádicas dotes para la crueldad, lo obligará a aprender que la testarudez puede ser una forma muy violenta de la cobardía.
A veces es difícil distinguir qué resulta más eficaz en La tierra prometida (The Bastard): si la dirección de Nikolaj Arcel, de un clasicismo estoico y diáfano; si la facilidad con que engancha la trama, atravesada por dilemas morales y mancillados códigos de honor, o la interpretación de Mads Mikkelsen, que parece haber nacido para encarnar a un personaje tan áspero como la tierra que pretende sembrar. La solidez narrativa de la película, instalada en la necesidad de abordar toda una serie de Grandes Temas –conflictos raciales y de clase, explotación laboral, abusos sexuales– desde lo comprometido, bascula entre lo épico y lo melodramático, poniendo especial énfasis en las fuerzas de la Naturaleza como elemento antagónico. Se agradecen, no obstante, los momentos más granguiñolescos en un conjunto tan correcto, tan reacio a salirse del manual de la producción europea de calidad; momentos que, en general, pertenecen al villano de la función, que Simon Bennebjerg interpreta desde la hipérbole, con los ojos inyectados en sangre cuando somete a su némesis a un ritual de torturas inquisitoriales propio de un desmelenado exploitation. Esas notas disonantes añaden a la película la dosis de entretenimiento ‘pulp’ que necesita para afianzarse en su lado más telúrico e irracional, sin duda el más atractivo para el que esto firma.
ESTRENO: 2 FEBRERO