UN PEINADO ICÓNICO
van tomando forma cuando escribo. Con Bryce Dallas Howard ya había trabajado, sabía que era la adecuada para ello, pero en esa etapa del proceso no paro de ver películas para captar la vibración que necesito y así fue como descubrí que Sam Rockwell era el indicado. Otro estudio habría intentado primero contactar con Brad Pitt y Charlize Theron, pero el nuestro siempre me apoya. Luego hay que mandar los guiones y que Colin Firth se apunte a Kingsman: Servicio secreto, pero es realmente importante estar convencido de los actores que eliges. Ya lo dijo John Houston, que el 90 por ciento de una producción es su reparto. Si el elenco es correcto, no importa el trabajo de cámara, la música, la fotografía o el montaje, todo lo que hacemos el resto es estar atentos para que quede lo mejor posible.
Para llamar la atención con una película de este tipo necesitas crear elementos icónicos, explica cuando le preguntamos por el inexpugnable peinado cuadrado que luce Henry Cavill. En Kingsman fueron los paraguas, las gafas y el traje cruzado, aquí necesitaba un elemento potente desde el inicio, huir desesperadamente del espía convencional. Así que ahí tenemos a Henry Cavill, con un corte de pelo plano, una chaqueta brillante y perfil de modelo masculino. Es muy exagerado, pero tenía que ser impactante. Todo tomó forma cuando me acordé de cómo me gustaba de niño el Iván Drago, de Rocky IV (S. Stallone, 1985). Cuando le conté a Henry la idea me preguntó que si había perdido la cabeza y le dije que sí, que evidentemente, pero que tendría que confiar en mí. Solo así lo convertiría en un nuevo superespía icónico desde el primer plano. Cuando rodé Kingsman, todo el mundo en la industria de la moda me dijo que no usara trajes cruzados ni terciopelo de colores. No les hice caso y funcionó. Estoy deseando ver si algún niño se corta el pelo así después de ver Argylle.
RODAJE DE FIESTA
Todo fue ridículamente divertido, comenta cuando buscamos algún choque de egos en su brillante elenco coral. Filmamos después del confinamiento, así que creo que estábamos todos entusiasmados ante la simple idea de volver a rodar una película. Bryan Cranston y Catherine O’Hara son personas increíblemente divertidas; Sam Rockwell es indescriptible, vive en una zona en la que nadie más podría existir, y Bryce no podía parar de reírse con él. Dua Lipa fue increíble, John Cena es divertidísimo, Ariana DeBose no quería irse… Todos se contagiaron de ese entusiasmo y lo compartieron con el resto. De algún modo, hemos hecho esto para contrarrestar el pozo oscuro y miserable del que todos hemos sido parte. Quiero que Argylle sea un rayo de sol en este mundo tétrico, que sirva para recordar que también está bien sonreír y reír de vez en cuando.
Pero hablamos de un rodaje y, por muy festivo que fuese el ambiente, el trabajo en el set es duro: Me obsesioné con la idea de una secuencia de acción en la que dos actores muy diferentes hacen exactamente los mismos trucos, recuerda cuando subrayamos uno de los momentos más impactantes del metraje. Luego quise filmar una gran escena de acción que solo una mujer pudiese realizar, una celebración de lo femenino, de la belleza, y de ahí surgieron ideas imposibles, como la locura de la danza del humo y lo del patinaje sobre hielo.
“HENRY CAVILL ME PREGUNTÓ SI HABÍA PERDIDO LA CABEZA Y LE DIJE QUE SÍ, QUE EVIDENTEMENTE, PERO QUE CONFIASE EN MÍ”.
SASTRES DEL FUTURO PASADO
Cuando le preguntamos por el futuro, Vaughn demuestra una vez más que es un director ajeno a las restricciones de la industria y se emociona al comentar todo lo que tiene planeado. El universo Kingsman es imparable, asegura. Estoy tratando de averiguar con qué estudio deberíamos hacerlo, porque quiero subirme al barco que sobrevivirá a la tormenta, pero tenemos que empezar pronto porque el tiempo pasa y Colin (Firth) y Taron (Egerton) se hacen mayores. Al hablar al responsable de X-Men: Primera generación (2011) sobre el regreso de los mutantes a Marvel, no solo confiesa que estaría encantado de volver si le aseguran que se trata de un reinicio total de los personajes, sino que aprovecha para recordarnos que también planea una nueva entrega de Kick-Ass que aborde lo que ha pasa con el cine de superhéroes, y añade que, este mismo año, pretende rodar un musical para el público al que no le gustan los musicales. Y sí, si la gente de Bond me llama lo consideraría sin dudarlo. Nunca digas nunca jamás. ◆
ESTRENO: 2 FEBRERO