“MILADY ES UNA FEMINISTA Y UNA ADELANTADA A SU TIEMPO, NO UNA PSICÓPATA”
Al galope y entre peleas de espadas y fugas imposibles continúa la segunda parte de
‘Los Tres Mosqueteros’. Hablamos con la actriz sobre los retos de enamorarse de un personaje eternamente odiado y por qué algunos directores encuentran en ella a la ‘femme fatale’.
robablemente, no existe mujer en el mundo a la que le siente tan bien una capucha y un esfumado negro en los ojos como a Eva Green (París, 1980). La actriz francesa cultiva un aura digna del viejo Hollywood y su filmografía está repleta de heroínas de otras épocas, de otros mundos e, incluso, de otras dimensiones. Tim Burton, con el que trabajó en El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares (2016), dijo de ella que parece venir de otro planeta. Y Juan Antonio Bayona, que la dirigió en los dos primeros capítulos de la serie de terror gótico Penny Dreadful (2014) la describió tan enigmática en la vida real como su personaje. Y es que a esta parisina a la que muchos se empeñan en considerar de origen británico por su nombre y por su perfecto acento de la BBC –Lo logré preparando mi personaje para 007: Casino Royale, cuenta– es difícil descifrarla, pero ella dice que su misterio es solo culpa de la timidez. Ahora, tenemos el placer de verla de nuevo en pantalla grande (con capuchas y sombreros de ensueño) en la superproducción francesa Los Tres Mosqueteros: Milady, de Martin Bourboulon, que fue rodada a continuación que la estrenada en abril y sigue donde terminó aquella, en pleno cliffhanger con fuga de la prisión y zambullida en el foso.
PEn las novelas de Alejandro Dumas el personaje de Milady es descrito como el mismísimo demonio escapado del infierno. ¿Cree que es justa esa descripción?
No, no lo creo, porque esa es solo una cara de su verdad. Esta segunda parte explora su humanidad y nos descubre el pasado que hizo a Milady ser quien es. Comprendemos que ha atravesado experiencias muy duras, que tiene el corazón roto y que para sobrevivir ha tenido que convertirse en alguien distinto. Nunca hemos visto a Milady como aquí, siendo sincera, sin ningún maquillaje y desnuda en su verdadero yo.
Y entonces, ¿quién es ella?
Casi una superheroína. Una mujer que habla varios idiomas y es capaz de hacer prácticamente de todo: desde enfrentarse cara a cara con un perro de presa a abrirse paso con la espada a través de un establo en llamas. Milady es una feminista y una avanzada a su tiempo, a la que no le importan las convenciones ni lo que piensen sobre ella. No es como se pueda creer una psicópata sin más.
¿Tuvo como referencia a otras Miladys como Lana Turner o Faye Dunaway?
Más que a otras actrices cuando compongo un personaje me gusta trabajar con referentes de todo tipo. En ella veo a Lady Macbeth y a Madame de Merteuil, de Las amistades peligrosas, pero también me inspira la pintura del inglés William Woodhouse o de Millet. En realidad Milady es, sobre todo, un enigma y tantas personas en una sola que nunca puedes llegar a comprenderla.
¿Por qué cree que ha sido elegida para tantos papeles de femme fatale?
¿Porque soy muy bella? (risas). En realidad todo depende de qué entendamos por femme fatale. Para mí la única femme fatale auténtica que he interpretado es el personaje de Sin City. Ella es la única cien por cien malvada. Las otras femmes fatales son en realidad mujeres inteligentes y manipuladoras capaces de matar a gente. O mujeres fuertes con un propósito que ponen toda esa fortaleza al servicio de sus intereses.
¿Qué papel cree que juega la belleza en la carrera de una actriz?
Es muy peligroso tener una carrera demasiado apoyada en la belleza porque en algún momento todas vamos a envejecer. Y, sin duda, no es fácil envejecer siendo mujer (suspira). Ni siquiera para esas actrices que dicen que ahora que son mayores se sienten más sabias y maduras.
¿Qué aprecia cuando se ve a sí misma como Milady?
Tengo que admitir que siempre evito verme en mis películas. No lo llevo bien. He gozado enormemente con la interpretación de Vincent Cassel, que me parece maravillosa, contenida y divertida al mismo tiempo; adoro la escena en la playa cuando va a salvar a… y muchas veces viendo el material me he sentido como si estuviese ante un cuadro, pero si puedo, me evito.
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“LA ÚNICA
FEMME FATALE
AUTÉNTICA QUE HE INTERPRETADO ES LA DE SIN CITY.
ERA CIEN POR CIEN MALVADA. LAS OTRAS FEMMES FATALES SON EN REALIDAD MUJERES INTELIGENTES Y MANIPULADORAS”.