‘Las cuatro hijas’
DE QUÉ VA: Olfa es una madre que trata de sacar adelante sola a sus cuatro hijas en una Túnez inhóspita. Un día, sin explicación, sus dos hijas mayores desaparecen.
Las dos madres. Había dado muestras la directora tunecina Kaouther Ben Hania de su gusto por el uso del falso documental, una forma (en sus propias palabras) de hacer más real el neorrealismo a través de la reconstrucción de la ficción. Cuando se acercó al mediático caso de
Olfa, una madre que vivió la angustiosa y misteriosa desaparición de dos de sus cuatro hijas, quiso contar con ella y sus otras dos hijas y ficcionalizar los hechos. Sin embargo, no funcionó: Olfa dramatizaba demasiado, no era ella misma, sino el personaje que había aparecido hasta la saciedad en programas de televisión. Entonces tuve la idea de poner ante ella un espejo: una actriz profesional que la interpretara en la misma película. La ficción matizando y enriqueciendo la realidad. A partir de esa elección todo fluyó a la perfección. Para la verdadera Olfa resultó una terapia. Minimalismo. No fue esa la única decisión ‘arte y ensayo’ de Kaouther Ben Hania en Las cuatro hijas. Un solo actor interpretó a todos los personajes masculinos del film, formando una idea homogénea de lo masculino en una sociedad muy machista, puntualiza la directora. También arriesgó en el diseño del único decorado, todo él estilizado y minimalista: Tomé lo que hizo Lars von Trier en Dogville, confiesa, para que nada nos distrajera del verdadero centro de interés, el cual es esa madre y sus cuatro hijas. También las dos hijas ausentes y desaparecidas. La dramaturgia de la película es profunda y sobriamente brechtiana. Otros dos referentes admitidos por la directora son Primer plano (Close-Up), del iraní Abbas Kiarostami, además de un clásico del documental (o no documental) como el Fraude
(F for Fake), de Orson Welles.
ESTRENO: 9 FEBRERO
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