La cripta embrujada
ESPADAS DE SHADIZAR
Vale: todos sabemos que Conan, el bárbaro (1982) de John Milius es una obra maestra (al menos ahora, cuando se estrenó no tanto). Pero quienes amamos el universo fantástico, violento y un tanto simplista de la pura espada y brujería no siempre estamos en sintonía con la épica nietzscheana, conradiana y wagneriana de Milius y compañía, tan sentida. A veces queremos, simplemente, un mero espectáculo de magia, monstruos, héroes bárbaros y mujeres hermosas. Del tiempo en que un hombre valía lo que su espada y una mujer… también. Cuando la brujería se extendía por el mundo y los reinos se alzaban y caían en una noche. O sea: queremos Conan el destructor (1984), que reedita Warner en Blu-ray con estupendos extras.
Asumiendo el espíritu de La espada salvaje de Conan, el cómic, así como de los relatos más pulp del nunca suficientemente alabado Robert E. Howard, el veterano Richard Fleischer se limitó a contar con humor y ritmo una aventura de Conan con aroma a péplum y fantasía oriental. Con un joven Arnie que seguía encarnando a la perfección el ideal bárbaro –o el bárbaro ideal– de Frazetta y Buscema, al que Fleischer desnudó todo lo que pudo. Con las poderosas Grace Jones y Sarah Douglas y el draculiano Ferdy Mayne, Conan el destructor, cada plano una luminosa portada de Weird Tales, gracias a la fotografía de Jack Cardiff y el trabajo de diseñadores y artistas entre los que se contaban técnicos españoles como José María Alarcón o Emilio Ruiz, no pretende filosofar a espadazos. Solo divertir. Y vaya si lo consigue. Ojalá en estos tiempos de oscuras épicas digitales volvieran los mundos perdidos de la espada y brujería más pelona. Habrá que sacrificar una virgen a Dagoth… Si la encontramos, claro.