“MI MÉTODO ES EL CAOS”
Tras una carrera hecha desde la periferia, siempre en lucha con “enfermiza timidez”, su irrupción como secundario de lujo y su alianza con Sorogoyen lo han convertido en un imprescindible de nuestro cine. Ahora, con
‘Pájaros’, rompe con el cliché.
Su rostro afilado y su voz rota le han hecho encajar como un guante en el perfil del villano. Se le da bien mirar con odio, pero lo terrible de sus personajes contrasta con la ternura de su personalidad: anárquica, irónica, juguetona y melancólica… de gallego profesional. En Pájaros, de Pau Durà, sin embargo, más que acojonar, su personaje tartamudo y frágil, un hombre con un secreto, o muchos, acongoja al espectador. Un registro en el que no conocíamos a Luis Zahera (Santiago de Compostela, 1966) y que resquebraja el cliché del tipo abyecto –policía, político, asesino o narco– para ofrecernos una muestra de sus infinitas posibilidades.
¿Es la primera vez que hace de tartamudo?
Sí, tiene que haber una primera vez para todo, ¿no?, pero es un tartamudo muy leve y me inspiré en un chaval de mi infancia, del barrio. Yo que siempre juego a malos o terribles estoy muy contento de que Pau Durà me diera esta oportunidad de hacer un personaje dulce, de un arrepentido, de un penitente, de un hombre que lleva la culpa sobre sus hombros… Y a eso he jugado.
¿Ese es su método? ¿Jugar?
A mí siempre me fascinó esa novela de Saramago que empieza diciendo que el caos es un orden por descifrar y yo creo que es mi método: el caos. Con los años vas cogiendo algo de técnica, pero hay algo caótico en mí y siempre lo habrá. Y el niño que llevo adentro es el niño que quiere jugar. ¿Por qué cree que le ven tan a menudo como el malo? Hay mucha gente que me dice: Con esa voz que tienes, solo puedes hacer de malo. Yo qué sé. Y luego, mira, creo humildemente que en España se encasilla mucho. Tengo la sensación de que los anglosajones o los franceses arriesgan más con sus actores. Meryl Streep hace de buena y hace de mala. Nadie la limita. Una vez hablaba con Tosar hace años que me decía: A mí solo me dan papeles de ‘reconcentrao’. Ahora tengo la sensación de que se me está abriendo un poco el melón, pero el verdadero problema sería no tener trabajo. Y mira, si me dan los malos, los haré a gusto, porque yo disfruto con lo que hago. Aunque me dieran un pederasta, pues lo disfrutaría, porque este trabajo es así, de divertirse haciendo lo que haces. Como decía un director cuyo nombre no recuerdo: Este es un trabajo que por un sitio entra dinero y por otro salen mariposas. ¿De qué te vas a quejar?
LA HORA DE LOS VALIENTES
En Pájaros los dos personajes protagonistas son muy distintos, pero comparten un rasgo de personalidad: la cobardía. ¿En qué cree que se diferencia un cobarde de un valiente?
Estoy muy influido por mi infancia y desde ese imaginario los cobardes son muy egoístas y los valientes, muy generosos, aunque ahora la verdad es que ya no lo tengo tan claro. ¿Y en qué momento de su vida ha sido un cobarde y en qué momento ha sido un valiente? Pues mira, creo que solo fui valiente con el trabajo, pero muy cobarde en mi vida y con el amor… Una vez me quedé muy sorprendido cuando empecé a pre
“Hay mucha gente que me dice: Con esa voz que tienes, solo puedes hacer de malo. Yo qué sé. El verdadero problema sería no trabajar. Y si me dan los malos, los haré a gusto porque yo disfruto con lo que hago”.