CITAS A ESCONDIDAS Y GIN-TONIC
Ganador de los Goya, por ‘Estiu 1993’ y ‘Saben aquell’, recuerda ‘10.000 km’, su debut en el cine de la mano de Carlos Marques-Marcet y con Natalia Tena.
Hago teatro desde los 18 años, pero cine desde hace solo diez, y tengo 40, eso se lo tengo que agradecer a Carlos (Marques-Marcet), que lo cambió todo cuando me ofreció 10.000 km, mi primera película y además como protagonista. Yo no tenía ni idea de cómo se hacía cine y pensé que sería fácil: Una historia que se desarrolla en una casa, dos personas… como en el teatro, pensé. Luego descubrí que no. Natalia (Tena) que había estado en Harry Potter y Juego de Tronos también se sorprendía, aunque ella por cómo se trabajaba en una producción pequeña. Carlos y yo fuimos a Londres a verla, nos puso embutido y queso en el barco en el que vive. Me regaló un mono de peluche pequeño con un pene enorme, tiene mucho sentido del humor, entonces pensé, vamos a ser amigos, y así fue. Empezamos enseguida con los ensayos para crear la historia de amor de nuestros personajes. De la primera escena, que es un plano secuencia de 20 minutos en la que empezamos desnudos y no podíamos llevar micrófonos, recuerdo que había seis microfonistas y que vieron cosas… Bueno, mi huevo colgandero de cocker. Menudo debut. La película se rodó íntegramente en Barcelona, el piso de Los Ángeles donde se va a vivir el personaje de Natalia está en el barrio de Gràcia, las imágenes que muestra desde su ventana eran de la época en la que el director vivió allí. Nos tenía prohibido que Natalia y yo nos viéramos para que experimentáramos lo mismo que nuestros personajes, que mantenían una relación a distancia a través del ordenador. Pero nosotros, evidentemente, quedábamos en un bar, tomábamos cervezas o gin-tonics y jugábamos a las cartas. Para el final, cuando viajo a Estados Unidos a verla, Carlos me citó siete horas antes de empezar para que no durmiera, y eso que habíamos rodado la noche anterior. Llegué a grabar con una cara que reflejaba bien el
jet lag que debía tener mi personaje.
10.000 km me marcó como lo hacen todas las primeras veces, y me puso en un lugar en el cine, el de ‘El catalán triste’ que se inventó Carlos, que hizo que se interesaran por mí Carla Simón, Rodrigo Sorogoyen… ◆
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