STAUD CALIFORNIAN SAVOIR-FAIRE L.A.
LAS MARCAS MÁS DESEADAS El estilo de vida de la Costa Oeste inspira profundamente a una nueva generación de firmas que emerge con personalidad, forjada a su imagen y semejanza. La producción local, la libertad innata de sus diseños y la sensibilidad que c
Sarah Staudinger dejó su cargo de directora creativa en Reformation para crear su firma propia hace menos de dos años. Staud se ha posicionado en poco tiempo como una de las promesas de la moda local. Su fuerte son los monos y culottes, así como sus opciones de personalización.
En microcosmos de lo hipster como son Silver Lake o Los Feliz ; en la hilera eterna de palmeras de Beverly Hills o en los atardeceres más instagrameados del planeta en Venice Beach y Santa Mónica... una nueva historia se cuece a fuego lento. Son muchos los que de un tiempo a esta parte apuntan a Los Ángeles como futura capital de la moda. ¿Llegarán nuestros ojos a contemplar tal refrescante milagro?
Factoría de lo cool. “En Los Ángeles uno siempre tiene la sensación de trasladarse al futuro con más fuerza que en ninguna otra ciudad, incluso de vislumbrar lo malo como algo abstracto que emerge de la imaginación”, apuntó Henry Miller sobre la cuna de Hollywood.
La afluencia cultural de L.A., que alimenta ríos de tinta y escenas de cine me- morables desde el surgimiento de los primeros beatniks, se convierte irremediablemente en el último capricho de la industria de la moda. Muchos apuntan a Hedi Slimane como principal responsable de este viraje fashionista. El diseñador parisino no sólo mantuvo su residencia en la Costa Oeste al ser nombrado director creativo de Saint Laurent en 2012, sino que este año puso la guinda a su recién culminada relación con la marca ubicando la puesta en escena de su fashion show (otoño-invierno 16) en el Hollywood Palladium, una sala de Los Ángeles –inaugurada en 1940 con una actuación de Frank Sinatra–. Su hazaña fue insólita a todos los niveles y capaz de atraer al front row más cool de los últimos tiempos. Ninguna figura imprescindible del mundo del rock, la moda o la cultura quiso perderse el primer desfile de la maison celebrado a 9.000 kilómetros de casa. El diseñador mostraba al mundo, una