REFORMATION EL ÚLTIMO ÉXITO ECO
“Tener nuestra propia fábrica en el centro de L.A. nos da la libertad de diseñar, fabricar, fotografiar y enviar el producto bajo nuestro techo y reglas propias”, cuenta Yael Aflalo, fundadora de Reformation. Rihanna, Taylor Swift o Emily Ratajkowski son parte de la gran fan-base que el éxito de sus vestidos y filosofía sostenible han cosechado en dos años. vez más, la gran historia de amor que mantiene con Los Ángeles. Y es que el magnetismo y la calidez de esta ciudad embriaga a nuevos discípulos del mundo de la moda.
La última en desempacar sus cajas de mudanza ha sido la it girl Chiara Ferragni, quien ha preferido L.A. a la Gran Manzana para terminar de consolidar su imparable carrera internacional.
Sobre nuevas generaciones y biorritmos.
“Hoy en día, el hecho de ir a la moda ha adquirido un precio muy alto. Eso se traduce, por ejemplo, en que las prendas sean cada vez más desechables”, afirma Sarah Staudinger, exdirectora creativa de Reformation y fundadora de Staud –la enésima firma made in L.A. que ofrece la posibilidad de customizar sus prendas a gusto de sus clientas–. “Cada vez compramos más impulsados por la tendencia. Hay un sentido de urgencia en el mercado, que en cierto modo es culpable de que la moda haya dejado de ser tan divertida y auténtica. El fast fashion requiere una mentalidad de compra hiperactiva y sin compromiso, cuyas adquisiciones están destinadas a quedarse obsoletas”, concluye Staudinger.
Ahora que la industria se replantea su propio rumbo con nuevas fórmulas de venta a nivel global, puede que el éxito de las firmas nacidas en una ciudad que vive su propio