Metabolómica
UN SÉRUM DE ENERGÍA CONTRA LA FATIGA
Se conoce como “fatiga de las 6 pm”, y es un síndrome emergente en la generación de mujeres urbanas de 25 a 35 años. Llevas más de nueve horas levantada, y el nivel de nutrientes en las células cae a su nivel más bajo, porque han pasado cinco horas desde la última comida. La piel refleja cansancio, un cansancio que se origina en las células. Más concretamente en los metabolitos, las moléculas de proteínas, lípidos, azúcares, y ADN que componen las células. El comportamiento de estas minimoléculas lo estudia la joven ciencia metabolómica surgida hace una década. “Las mujeres en su treintena se sienten superheroínas. Desean estar siempre activas, vivir grandes experiencias. Quieren cumplir años sintiéndose bien. No les preocupa empezar a tener arrugas, pero sólo si esas arrugas son bellas. Para ellas, la fatig a es alg o de gente mayor”, dice Vincent Grégoire, de la agencia de tendencias Nelly Rodi. Pero, aunque estas treintañeras se han “adaptado” a la fatiga, su piel no puede evitar reflejar sus síntomas.
La vida frenética pasa factura. “Las mujeres en su treintena pasan más de la mitad del día trabajando, mayormente frente al ordenador. Duermen menos de lo que necesitan. El 65% hace deporte, el 54% sale de copas y el 78%, de compras al menos una vez a la semana”, dice Veronique Delvigne, directora de comunicación científica de Lancôme. El cansancio acumulado provoca ataques de sueño, jaquecas, lapsus de memoria, mal humor, inapetencia sexual... Son los síntomas de la fatiga urbana.
El desafío, crear energía cosmética.
“La fatiga urbana afecta a 248 metabolitos de los 470 que hay en la piel: la energía decae, la barrera cutánea se debilita, las células se oxidan, aparece la inflamación... El envejecimiento se acelera”, explica Delvigne. Para dar una solución cosmética, Lancôme ha confiado en la metabolómica. Muy útil en genética, microbiología, nutrición y en la lucha contra el cáncer y las enfermedades metabólicas, en cosmética no sólo permite analizar la predisposición genética a padecer problemas de piel, sino que va más allá, integrando en los test los factores externos (contaminación, sol, dieta, microbios que viven en la dermis...). Este análisis combinado de genes + estilo de vida permite desarrollar cosméticos específicos. Mide la reacción de la piel tras aplicarle activos, analizando el sebo, el estrato córneo, las capas profundas mediante biopsia, las variaciones bioquímicas... “El estudio metabolómico amplía, matiza o corrobora los datos obtenidos del análisis de los genes y de las proteínas”, explica John Ryansl, de Metabolon.
A los 30, superfood. Los test han revelado el poder antifatiga de la melisa, la genciana y las bayas de goji. Con estas plantas Lancôme ha formulado Énergie de Vie, una línea con un efecto comparable al de los superalimentos: la melisa es antiinflamatoria en condiciones de contaminación; el goji, antioxidante; la genciana, energizante. Una rutina superfood que borra los signos de fatiga urbana desde el interior de las células.
EL TEST METABÓLICO AMPLÍA LOS GENÉTICOS