DE LA PANTOJA”

CRISTINA ORIA

Y enseg uida, surg ió una gran amistad”, recuerda la cocinera . Mucho ha l lovido desde el diseño de ese vestido. Si por aquel entonces, Cristina Oria empezaba a dar sus primeros pasos en el mundo de la gastronomía, hoy su cátering , de alta cocina , se ha posicionado como uno de los más apreciados de la capital ; un éxito que también ha vivido en primera persona su amigo Jorg e Acuña, actual diseñador de cabecera de las j óvenes aristócratas del país. “Conectamos porque los dos estábamos emprendiendo. Habíamos apostado por nuestros proyectos. Yo con mi marca y Cris con su cátering . Nos g ustaba compartir inquietudes. Lo recuerdo como si f uera ayer. Incluso el día que me trajo al atelier el famoso foie con el que ganó un premio en Madrid Fusión”, comenta el creador. “Bueno, aquello f ue una excusa para volver a ver a Greta, la perrita de Jorge. Me enamoré de ella el primer día que la vi”, confiesa la anfitriona .

Conversaciones con gusto. Mientras la cocinera y su nuevo pinche terminan de emplatar el menú, Jorge aprovecha un momento de despiste de su jefa para abrazarla . “Fíjate, hay alg o muy curioso. Cris es la persona más buena, generosa y detallista que conozco ; sin embargo, no es nada cariñosa .” Una revelación que confirma la chef con una divertida mueca. “Es totalmente cierto. No me g ustan nada los abrazos”, reconoce ésta . Tras el inesperado abrazo a traición, los amigos toman asiento ; momento en el que da comienzo una larg a charla en la que anécdotas de la semana, direcciones y nombres de tiendas se entremezclan con las recetas de los diferentes platos que inundan la mesa del comedor. Y es

CUANDO VOY A UN DESFILE DE JORGE, ME SIENTO COMO LA MADRE