Stephen Galloway EL GENIO DEL MOVIMIENTO
En las sesiones de fotos, las modelos no le quitan ojo. Y es que nadie mejor que él para inspirar su mejor pose.
Texto: Elena R. Ballano
En Nueva York, Los Ángeles, París o Frankfurt le conocen como el Hombre espejo ; es la delicada y elegante figura en la que las modelos se fijan para posar en las más exclusivas campañas de moda y belleza como auténticas bailarinas –aunque no hayan oído hablar nunca del plié, assemblé o balancé–. Un intérprete del movimiento que facilita el diálogo entre fotógrafo y maniquí para lograr la perfección corporal en cada disparo. Quizá, por eso, no hay sesión de fotos que se precie que no cuente en su equipo con Stephen Galloway (Pensilvania, 1968), un bailarín que se ha posicionado, a nivel mundial, como referente de la ‘posegrafía’.
Del maillot a la costura. A sus casi 50 años este, artista estadounidense ha pasado de ser el primer bailarín del Ballet de Frankfurt ( lugar al que llegó con apenas 17 años y donde se empapó de los conocimientos de su compatriota, el coreógrafo
William Forsythe), a figura imprescindible para fotógrafos de la talla de Inez & Vinoodh. En 2002, el dúo contó por primera vez con él para una campaña de Calvin Klein, junto a Jessica Miller y Travis Fimmel; una sesión que supuso, además del comienzo de una bonita historia creativa a tres bandas. El inicio de una nueva faceta artística con nombre propio: Creative Movement Director. “Mi trabajo no consiste en enseñar a las modelos cómo hay que posar. Se podría decir que soy como un espejo que las guía para ayudarlas a encontrar ellas mismas su propia perfección individual”, explica éste.
Un Billy Elliot en Pensilvania. Stephen Galloway llegó al ballet por casualidad (“me llamaron del Martin Luther King Jr. Memorial Center porque necesitaban chicos altos que pudieran sujetar a las bailarinas”). Aún así, muy rápido, descubrió la belleza de la vida en mallas. “El baile es una de las formas de expresión más bonitas que existe, pero también la menos natural por todos los entrenamientos y preparativos que requiere. Sin embargo, los beneficios son fantásticos y fuera de lo común. Para mí, la danza representa la libertad y la expresión física creativa”, añade Galloway. Una pasión que intenta transmitir a las mujeres con las que trabaja a diario. Desde Karlie Kloss, Kate Moss, Gisele Bündchen o Lindsey Wixson. “Soy afortunado de trabajar con grandes modelos. Nunca nada es complicado con ellas”, confiesa el bailarín.
Move Like Jagger. Además de colaborar en las campañas de Gucci, Calvin Klein, Dior, Tom Ford, Jean Paul Gaultier o Emporio Armani, Galloway es una figura cada vez más solicitada en el mundo de la música. No sólo como g urú de la ‘posegrafía’ (Rihanna o Björk), sino también para explicarles cómo desenvolverse sobre los escenarios. ¿Entre sus clientes más VIP? Mick Jagger, un hombre cuyos célebres e imitados bailes llevan también el cotizado sello Galloway.