Maika Makovski AIRES DE SEDUCCIÓN
Maika no es una artista cómoda. De hecho su paraíso creativo está a millones de kilómetros de su zona de confort . Con Chinook Wind, su nuevo disco y su puesta en escena, demuestra que su talento es superlativo y su música, un mágico torrente. GLAMOUR: Cuatro años desde tu último disco y siendo una artista muy prolífica, ¿cómo has seleccionado los temas? MAIKA: Creo que es lo más complicado de este disco. Podría haber sido este disco y 40 más (risas). Escribo regularmente y al cabo de 4 años... te puedes imaginar. Tenía una maleta llena de canciones que, después de hacer criba, se quedaron en 35. GLAMOUR: Y de nuevo tener que elegir. MAIKA: Lo que hice fue, como ya había perdido esa visión conceptual –que por otro lado creo que en 4 años es imposible tenerla– delegué en John Parish, a quien le di las maquetas. GLAMOUR: Tienes muy buen gusto a la hora de elegir productor... ¡Vaya lujazo! Por segunda vez. MAIKA: (Risas) Totalmente. De hecho creo que la razón por la que quería grabar con John otra vez –aparte de que, por supuesto, me fío del talento innegable que tiene– era que había estado rompiendo con muchas cosas, no es la banda habitual. También había cambiado otros pilares de mi mundo profesional. Entonces quería una persona que me conociera, a quien yo conociese y que me pudiera tranquilizar en ese sentido de estar en casa. GLAMOUR: El resultado es esa calidez de sol de invierno y un disco muy especial. MAIKA: Qué bonito. Estoy de acuerdo, buscaba conceptos como una luz encendida en medio de la tormenta de nieve, o un momento de primavera en el invierno.