OLVIDA LAS TOALLAS, LISBOA ES LA NUEVA CIUDAD TRENDY
Pasado, presente y futuro. Pero, ¿qué es lo que hace tan especial al diseño lisboeta? La combinación del respeto de su tradición y la compresión del panorama cultural actual. ¿Entre los mejores ejemplos de esta mentalidad creativa? La reinterpretación de las sardinas de Bordallo Pinheiro, por parte de jóvenes creadores. El éxito de Cortiço & Netos, una marca de azulejos industriales de la que se encargan hoy los nietos de su fundador; o la apertura de LX Factory, un centro de ocio con más de 200 compañías ( librerías, tatuadores, restaurantes, tiendas de moda, etc.) ubicado en una antigua fábrica gráfica. “El diseño de Lisboa se basa en una confluencia de historia y tradición, modernidad y contemporaneidad. El hecho de que la ciudad sea a ojos de muchos una capital con un perfil tan marcado y consolidado fomenta la inter vención de nuevas estructuras y nuevos lenguajes que alimentan el dinamismo de sus habitantes”, explican los miembros del estudio Subvert. Si hace años, nombres como Joana Vasconcelos, Paula Rego o Pedro Cabrita Reis fueron la carta de presentación ante el mundo del diseño de la capital portuguesa, hoy el grafitero Alexandre Farto, aka Vhils, la artista Joana Astolfi, encargada de los escaparates de Hermès, o el arquitecto Pedro Gadanho, director del futuro Museo de Arte, Arquitectura y Tecnología (MAAT) de Lisboa, toman el relevo. “Todos los que trabajan dentro de las diversas áreas creativas tratan de imaginar conceptos y objetos para romper con ideas preconcebidas. En definitiva, nos hemos convertido en un buen ejemplo de cómo el diseño puede llegar a transformar el rostro de una ciudad”, terminan los responsables de Subvert.
ienvenidos a Petit h, un espacio alternativo para los soñadores. Un laboratorio de búsqueda. Un atelier dedicado únicamente a los objetos interesantes.” Así explica oficialmente Hermès en qué consiste Petit h, la división que representa la faceta más experimental de la casa francesa de lujo, al frente de la cual está Pascale Mussard, miembro de la sexta generación de la familia del fundador de la maison, Thierry Hermès. A Pascale se le ilumina la mirada cuando habla sobre sus creaciones: relojes, objetos decorativos, juguetes exquisitos, pequeños accesorios.... Lo suyo es pura pasión, que lleva impresa en el ADN.
El gigante del lujo, el grupo LVMH, quiso hacerse con la compañía en varias ocasiones, resistiendo sus embistes hasta l leg ar a erig irse, pro - bablemente, como una de las firmas de lujo más deseadas del planeta – alg unas de sus piezas icónicas, co - mo los bolsos Birkin y Kelly, tienen l istas de espera infinitas a pesar de sus precios de más de tres cifras–.
Mussard creció en el corazón de los talleres de la casa en la parisina rue Saint-honoré y, antes de encontrar un espacio definitivo en Petit h, formó