DE LA MAISON
nes anchos y botas altas. Vestidos- abrigo y mucho tweed hacen que la esencia de la casa francesa permanezca más actual que nunca . Es imposible entender la colección sin asimilar el trabajo de cada look, tratado manualmente para adornar bajos con plumas, espaldas con pedrería y bordados extradelicados. Dicen que el atelier, repleto de espejos, permitía a Coco Chanel ver, sentada en la escalera , lo que ocurría en cada rincón. Hoy, los asistentes, auténticos privileg iados, han sido capaces de experimentar el savoir- faire de todo un equipo dedicado en cuerpo y alma a la creación de sueños.
En clave nocturna. Hace tiempo que las co - le cciones de Alta Costura no sólo contemplan la noche. Aunque nació para cubrir una parte de la vida de la mujer aristocrática , la evolución y los tiempos han hecho que una colección Haute Couture se plantee, sin miedo a traicionarse a sí misma, como un ejercicio de lujo artesanal hecho por encarg o, pero actualizado a cada momento de la vida . No hace mucho comenzábamos a ver los primeros pantalones de costura , incluso en tejido denim, y looks que se dibujaban para el día . Superado este cambio, Chanel reivindica la exclusividad de la noche, inspirándose en el trabajo del ilustrador ing lés Aubrey Beardsley para dibujar siluetas de tafetán, chifón, crepe y organza .
El concepto de Alta Costura resume la vocación de Chanel. Más que un laboratorio de ideas, creatividad y sueños representan la esencia de una casa empeñada por hacer que su trabajo perdure en el tiempo convertida en alg o tang ible, pero con la exclusividad como esencia .
78 MODISTAS
PARTICIPARON EN EL DESFILE