Cuando tu amado phone no es tan SMART
Hay cosas que desearíamos no haber hecho nunca, que nos dan ganas de marcarnos un Marty Mcfly y viajar al pasado para deshacerlas antes del fatal momento en el que ya es demasiado tarde. Hablamos de las meteduras de pata con el móvil. ¿Quién no se ha despedido alg una vez con “un salido” en un mensaje que pretendía ser formal? ¿O quién, mirando el móvil por la calle, no se ha dado un rodillazo con un bolardo? O esos Whatsapp nostálgicos a tu ex a las dos de la mañana...
Autocorrector off Éste es un básico. Puede que alg una vez te haya salvado de cometer alg ún error ortográfico pero, reconócelo, te la ha liado muchísimas veces. Si no quieres seguir mandado “salidos” para todos o invitando a tus amigos a ver “pelos” a tu casa, jubila esta función desactivándola en las opciones de teclado. Ganarás tiempo y evitarás el estrés de corregir al autocorrector.
El fondo sí importa Sabemos que para el selfie perfecto hay muchos parámetros en juego: la luz, tu expresión, el pelo... Y un pequeño detalle más. Merece la pena dedicarle
un segundo a pensar qué es lo que se ve ahí, atrás, al fondo. Los señores sentados detrás de ti en la playa, la abuela comiendo jamón en tu selfie de fin de año... pueden dar al traste con todos tus esfuerzos.
¿Eres de pulgar fácil? Una verdad no escrita es que Instagram, más que para seguir las publicaciones de tus amigos, sir ve para cotillear a la gente que te cae mal. Otro día entraremos en por qué no deberías stalkear a la nueva novia de tu ex, pero... si ya estás en su perfil, ¡cuidado con el doble tap! Un simple roce en la imagen puede jugarte una mala pasada bastante hu-