Glamour (Spain)

Amy PAPELES”

Persiguien­do a Dos Globos de Oro, cinco nominacion­es a los Oscar y ninguna cuenta de Instagram. La actriz con la vida privada más desconocid­a de Hollywood se abre para GLAMOUR.

- Carter Smith

Como si de un pequeño y tranquilo parajillo se tratara , Amy Adams ( Vicenza, 1974) descansa en un sofá situado frente al vestíbulo del mítico hotel Chateau Marmont, de Los Ángeles. A su alrededor, nadie repara en la mujer de l lamativa melena pelirroja . Los cruces de miradas son simplement­e fruto del azar. Un hecho que sorprende, teniendo en cuenta que nadie en la sala tiene tantas estatuilla­s de oro en casa como ella , ni una página en Wikipedia l lena de nominacion­es. Pero, no nos confudamos, el anonimato que rodea a Adams no es casualidad.

Un camaleón de dulce mirada. Sentada en un sofá desgastado por antig uas le yendas de Hollywood, Amy Adams se muestra tímida . Cuando habla , su voz es tan suave que hay prestar mucha atención para escuchar lo que dice. “Siempre he pensado que cuanto más sepa la g ente de mí, menos creíbles serán mis papeles”, explica la actriz . Sus frases muestran intelig encia y fragilidad infantil, a partes ig uales. “Mi trabajo es interpreta­r papeles, no interpreta­rme a mí misma”, comenta la joven. Han pasado 17 años desde que interpreta­ra su primer papel en Muérete, bonita (1999), un tiempo en el que la actriz ha sabido g es-

“tionar la fama, demostrand­o además en cada uno de sus papeles su dominio de la técnica . Princesa subversiva en Encantada: l a historia de Giselle (2007). Esposa de labios fruncidos en The Master (2012). Margaret Keane en Big Eyes (2014), o encarnació­n de Lois Lane en el reciente Batman v Superman: El amanecer de l a Justicia (2016), un personaje que ya interpretó en El hombre de acero (2013). Pero incluso viviendo en un mundo de súper produccio - nes, existe alg o profundo en Amy Adams que nos hace creer que estamos viendo una fabulosa película de cine indie. Como si en lug ar de ser una diva de la taquilla f uera una actriz de cintas alternativ­as. Adams se desliza fácilmente y de forma eleg ante por los diferentes papeles que han caído entre sus manos. Incluso en un día de tormenta como hoy ella es pura eleg ancia vestida con un j ersey oversize de color violeta , leg g ing s y botas de l luvia . ( Quizá por eso la

CUANTO MÁS SEPAN DE MÍ, SERÁN MENOS CREÍBLES MIS

firma Max Mara dedicó el bolso A a Adams por encarnar la simplicida­d clásica). También su delicada e impecable piel obedece al mandato de Adams. Puede que teng a alg unas micro pecas, alg o cada vez más raro en Hollywood, pero existe en su rostro un g enial sentido del g usto en el que no faltan las finas l íneas que esperas ver en el rostro de una mujer de 41 años (con buenos genes). “Vengo de diferentes g eneracione­s”, dice ella . “Las redes sociales no eran determinan­tes cuando empecé. He pensado en abrirme una cuenta en Instagram, pero entonces ¿me convertirí­a en una #fiber, verdad ?”, arg umenta a modo de broma. cidimos posponerlo para el año siguiente. Pero siempre había algo. Volvimos a hablar de ello y Aviana quería realmente que lo hiciéramos.” En la primavera de 2015 la pareja reunió a 100 familiares y amigos en un rancho de California. “Me gusta cantar, así que mucha gente cantó”, comenta la actriz, quien no se corta a la hora de entonar algún tema de Adele o Amy Winehouse.

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