GÉNERO GELLIDA

Que tu universo literario tenga nombre propio es algo excepcional. Pero... es que nada de lo que rodea a César Pérez Gellida es casual. Y mucho menos, sus libros.

Con su primera novela, Memento mori, ya se ganó un lugar de honor en el mundo editorial. Hoy la sexta, Cuchillo de palo, sigue sorprendiendo y enganchando. GLAMOUR: Son ya más de 3.200 páginas protagonizadas por Ramiro Sancho, ¿no te has cansado todavía de él? CÉSAR: Sancho y yo compartimos ADN, es un personaje que a mí no me cuesta en absoluto interpretar. No es tanto como un álter ego, pero compartimos muchos valores, que vienen del mundo del rugby : la coherencia, la constancia, el trabajo en equipo... todo ello hace de Sancho un tipo bastante peculiar. GLAMOUR: ¿Cómo consigues que cada novela sea diferente?

Es como cuando haces un guiso con los mismos ingredientes pero que no tiene que saber igual. Cada novela es distinta a la anterior en estructura, en su desarrollo, en su forma de ir creciendo y decreciendo... Me puse a escribir sin una idea clara de terminar una novela, ni mucho menos una trilogía, sólo porque me apetecía, y fui encontrando placer en ello. Pero no tenía planeado el final, si van a ser trilogías o no. Si lo hiciera así, mis novelas serían una línea recta, y a mí las líneas rectas me asustan bastante... GLAMOUR: Entonces con esta trilogía Refranes, canciones y rastros de sangre, no cierras el ciclo. CÉSAR: No lo sé, publico ahora el segundo volumen y el tercero está escrito, ahora estoy escribiendo Konets, que es a la vez precuela y secuela de Khimera, y cierra el ciclo de 8 novelas... aunque estoy valorando retomar el personaje de Armando Lopategui, Carapocha. GLAMOUR: Refranes, canciones, versos... son claves de tu estilo. CÉSAR: Los refranes son parte de la forma de hablar de Sancho, mi padre es muy refranero, eso es heredado de él. Y las canciones se han convertido en un elemento identificativo de mi escritura, su banda sonora.

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