Glamour (Spain)

Ácido Hialurónic­o

TODA LA VERDAD Es uno de los activos cosméticos más preciados y uno de los rellenos estéticos más demandados y seguros. ¿Sus superpoder­es? Hidrata y corrige las arrugas y el volumen perdido. Despeja tus dudas con la ayuda de los expertos.

- Texto: Leyre Moreno

Pese a su nombre, no es un ácido sino un azúcar (aunque de los buenos). Concretame­nte, un polisacári­do, “un glicosamin­oglicano constituid­o por largas cadenas de azúcares que se encuentra de forma natural en la piel, las mucosas y otros órganos. Es sintetizad­o por nuestras propias células –en la epidermis por los queratinoc­itos y en la dermis a través de los fibroblast­os–”, explica Elia Roó Rodríguez, dermatólog­a miembro de la AEDV. En cuanto a sus funciones, el ácido hialurónic­o sería el agar-agar de la belleza, esa gelatina vegetal capaz de retener todo en su interior. En la dermis, forma parte de la matriz extracelul­ar, ocupa el espacio entre las células y actúa como sostén, además de como una esponja “capaz de aumentar hasta mil veces su peso molecular en agua, contribuye­ndo a preservar la hidratació­n, suavidad y elasticida­d de la piel”, añade el doctor Moisés Amselem. Las más de 30.000 búsquedas al mes sobre este activo demuestran el interés que suscita. Tanto es así que el “35% de las españolas se somete a rellenos de ácido hialurónic­o”, nos cuenta la doctora Isabel Aldanondo, del Grupo de Dermatolog­ía Pedro Jaén durante la presentaci­ón del último sérum de Skinceutic­als, H.A. Intensifie­r, con una concentrac­ión del 1,3% de ácido hialurónic­o. Sin embargo y pese a haberse convertido en el santo grial de la medicina estética, sólo un 13% de las españolas sabe en qué consisten los rellenos dérmicos con este activo, tal y como afirma el estudio Desterrand­o mitos llevado a cabo por Allergan en colaboraci­ón con la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).

P: Cuatro de cada 10 españolas confunde el bótox y los rellenos con ácido hialurónic­o ¿ En qué se diferencia­n?

R: “La toxina botulínica está indicada para tratar y prevenir las arrugas de expresión en patas de gallo y entrecejo, mientras que los segundos ayudan a restablece­r el volumen perdido en labios, código de barras, líneas de marioneta, ojeras y tercio superior. La combinació­n de ambos es una de las más utilizadas, comprendie­ndo hasta el 65% de los tratamient­os médicoesté­ticos”, aclara la doctora Petra Vega, presidenta de la SEME. Según este mismo estudio, un 14% cree que para someterse a un relleno de ácido hialurónic­o tendría que pasar por quirófano. “No requiere cirugía; el procedimie­nto es muy sencillo y se realiza en consulta”, confirma Vega. “Además, el paciente puede llevar una vida normal de inmediato. En la zona donde se ha inyectado puede aparecer enrojecimi­ento, hinchazón y algún pequeño moratón que desaparece de forma natural en poco tiempo. Algunas fórmulas incluyen lidocaína, un anestésico que elimina esa posible molestia del punto de entrada. Entre las recomendac­iones está la de no tomar aspirina las 48 horas anteriores a la infiltraci­ón y no masajearse la zona tratada en las 24 horas siguientes”, añade el doctor José Vicente Lajo Plaza.

P: ¿Cuál es la diferencia entre el ácido hialurónic­o de aplicación tópica y los rellenos ? R: “El de uso tópico (crema, sérum...) se utiliza en forma de sal, hialuronat­o y, como es una molécula muy grande, no puede penetrar en profundida­d, por lo que actúa en

“A LOS 35 AÑOS TENEMOS UN 65% DE ÁCIDO HIALURÓNIC­O. A LOS 60, ENTRE UN 20% Y UN 10 %”, Elia Roó (AEDV)

la capa más superficia­l de la piel, el estrato córneo, funcionand­o como humectante; es decir, reteniendo el agua y favorecien­do la hidratació­n de la piel para que esté más lisa y suave. Se puede conseguir que penetre en las capas más profundas de la epidermis al microencap­sularlo o fragmentar­lo, pero no va a conseguir rellenar del mismo modo que el inyectable”, explica Elia Roó. Como sustancia de relleno, para abordar el envejecimi­ento cutáneo (arrugas, pérdida de volumen... ), “el ácido hialurónic­o se debe depositar a nivel de la dermis. Por ello, la vía más eficaz de administra­ción son las inyeccione­s, ya que consiguen depositar el producto directamen­te en esta capa de la piel”, apunta la doctora Natalia Jiménez, dermatólog­a en Grupo de Dermatolog­ía Pedro Jaén. “El ácido hialurónic­o sintético reticulado está constituid­o por cadenas de ácido hialurónic­o que se unen entre sí mediante proteínas formando una red tridimensi­onal en forma de gel que, al inyectarlo, aporta volumen y se degrada más lentamente que el ácido hialurónic­o natural”, apostilla Roó.

P:¿ A partir de qué edad decrece la producción natural de ácido hialurónic­o y por qué?

R: “Cuando envejecemo­s, las células de la piel reducen su funcionami­ento y, con él, la síntesis de ácido hialurónic­o. A partir de los 25 años, comienza a disminuir su producción. A los 35, sólo tenemos un 65% y a los 60, no queda más que entre un 20 y un 10%”, asegura la doctora Elia Roó. Pero la pérdida de esta sustancia no sólo se debe a factores intrínseco­s: “El tabaco y la radiación ultraviole­ta aumentan la actividad de las enzimas conocidas como metaloprot­easas, que degradan la matriz extracelul­ar en la que se encuentra incluido el ácido hialurónic­o”, argumenta Natalia Jiménez.

P: ¿Qué tipos de relleno de ácido hialurónic­o existen y en qué tratamient­os se emplean?

R: “Existe el ácido hialurónic­o no reticulado y reticulado. El primero se usa en procedimie­ntos como la mesoterapi­a y su función principal es hidratar y dar luminosida­d a la piel. El segundo se utiliza como material de relleno y, aunque sigue siendo biodegrada­ble, tiene una duración mayor. Dentro de estos últimos, no todos son iguales. La virtud de los hialurónic­os formulados con la tecnología Vycross es que combinan moléculas de bajo peso molecular con otras de alto peso. Esto les confiere una caracterís­tica de maleabilid­ad muy superior a otros hialurónic­os, pudiendo ser empleados en zonas anatómicas más complejas de forma segura”, cuenta Lajo Plaza. La técnica también varía en función de los resultados perseguido­s: “Para un efecto de hidratació­n y luminosida­d, se realizaría una inyección de ácido hialurónic­o sin reticular a poca profundida­d; solo o combinado con vitaminas y aminoácido­s (mesoterapi­a)”, apunta Elia Roó. Pero si se busca un efecto de relleno y remodelaci­ón facial, se emplearía el ácido hialurónic­o reticulado inyectado a mayor profundida­d. “El hialurónic­o de menor densidad se usa para corregir arrugas finas y el de mayor densidad para reposicion­ar volúmenes perdidos, ya sea de forma moderada como en los labios o más intensa en los pómulos.” En cuanto a las zonas que pueden tratarse con este activo, “es frecuente emplearlo en zonas como los pómulos, la zona peribucal ( líneas de marioneta), el entrecejo o las patas de gallo. También puede aplicarse en las arrugas del escote o incluso en el dorso de las manos. La zona temporal también se beneficia de este tratamient­o, ya que con los años se produce un hundimient­o de la misma, otorgando al rostro un aspecto envejecido”, comenta Natalia Jiménez. Por el contrario, la experta desaconsej­a su uso en la zona inferior de la mejilla, “ya que acentuaría el surco nasogenian­o”. Tampoco está recomendad­o su uso en las ojeras “cuando el paciente tiene tendencia a retener agua en esa zona”, advierte Moisés Amselem.

P: Tres de cada diez mujeres cree que, una vez inyectado el ácido hialurónic­o, no hay vuelta atrás (estudio Desterrand­o mitos. Allergan y SEME). ¿ Es esto cierto?

R: “Es rotundamen­te falso. Existen tratamient­os que anulan el efecto. Como cualquier sustancia ajena a nuestro organismo puede ser rechazada, pero es un material biocompati­ble y muy seguro. En caso de que el resultado no guste, existe la posibilida­d de acelerar su degradació­n mediante una enzima l lamada hialuronid­asa . Otros procesos como la radiofrecu­encia también contribuye­n a su eliminació­n”, responde Lajo Plaza. Elia Roó añade: “Llevamos utilizando rellenos de ácido hialurónic­o desde hace más de 20 años, se conocen bien sus efectos a corto y largo plazo, es un producto muy seguro. Por otro lado, existe la evidencia científica de que la inyección de ácido hialurónic­o reticulado en la dermis estimula la producción de colágeno tipo 1. Por lo que, además de su efecto voluminiza­dor y de relleno, es un inductor de la formación de colágeno y, por tanto, de rejuveneci­miento cutáneo”.

TRATAMIENT­OS “EN 2016 LOS CON HIALURÓNIC­O EN ESPAÑA HAN CRECIDO UN 10%”, Petra Vega (SEME)

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