Black is back
Los diseñadores reivindican la presencia de modelos negras en sus shows. diversidad=normalidad.
cuando la psicodelia estaba en pleno apogeo y las modelos andróginas paseaban sus largas piernas por las pasarelas, Vogue USA marcaba un hito: Beverly Johnson era portada. Era agosto de 1974 y la cabecera elegía a una mujer negra para protagonizar su número. Más de 40 años después y superado cualquier tabú al respecto, la raza negra sobre la pasarela, más que una
novedad, es una supertendencia.
Kilómetros de pasarela. Nombres como el de Dilone se cuelan en las listas de las tops que más trabajan. Su físico ambiguo la llevó a desfilar con prendas masculinas de Bottega Veneta, pero pronto Coach o Versace la llamaron a sus filas hasta convertirse en el ídolo de otras modelos. “La admiro por su actitud y por lo mucho que está trabajando”, explicaba Wallette Watson, new face de esta temporada, a un medio internacional. Otras como Lineisy Montero, descubierta mientras practicaba skate y encumbrada por Prada, ha hecho
130 desfiles esta temporada, o Leila Nda que, tras escapar de la guerra civil de Burundi, ha desfilado con los ángeles de Victoria’s Secret.
Pero también buscan revolucionar un sector aún con demasiados tabúes. Consciente de la dureza del mundo de la moda, la top Adwoa Aboah ha creado Gurls Talk, una plataforma en la que las mujeres pueden desahogarse y encontrar apoyo. Luego está Karly Loyce, que ha conquistado Chanel con su melena afro, y lucha porque cada vez haya más interracialidad sobre la pasarela. Así, dentro de unas temporadas, no tendrán que ser noticia.
Las tops de esta primavera