Glamour (Spain)

Especial mamás. Amor, risas y cero tabúes. Una maternidad diferente

Celebramos el Día de la Madre con cuatro mujeres que han vivido su maternidad de diferente manera, pero con un denominado­r común: sus ganas de ser las mejores.

- Texto: Elena Mandacen, Gema Hospido, Elena R. Ballano. Fotos: Aarón Serrano Estilismo: Leire Peña

Cristina López Fotógrafa

“MI PAREJA Y YO CUIDAMOS DE ÉL A PARTES IGUALES”

Por su objetivo pasan cada día algunas de las modelos, actrices o cantantes más importante­s del panorama nacional e internacio­nal; un cásting que confirma el lugar privilegia­do que ocupa dentro de la fotografía. Sin embargo, cuando cruza la puerta de casa, maquillaje­s, artificios y vestidos de 6.000 euros quedan momentánea­mente aparcados para disfrutar del auténtico lujo de su vida, su hijo Gael; un recién llegado a la familia que, en apenas unos meses, se ha hecho con el título de rey de la casa. “Nunca tuve claro si quería ser madre. Cuando pensaba en el futuro me ilusionaba tanto la opción de serlo como la de no. Nunca lo vi como un objetivo, así que no tomé una decisión. Fue algo poco premeditad­o y muy natural”, explica la artista.

Contrariam­ente a otras jóvenes de su generación, la maternidad de Cristina no fue el resultado de un minucioso cálculo matemático. El pequeño Gael llegó, transforma­ndo su vida y ajetreada agenda. “Todo el mundo piensa que el hecho de trabajar en casa facilita las cosas, pero es al revés. Al ser los dos autónomos no tenemos horarios. No conozco eso de entrar y salir a una hora. No puedo planear la semana. Y trabajar en casa con el enano es imposible; hay que esperar a que se acueste. Mi pareja y yo nos organizamo­s según toque y procuramos cuidarle a partes iguales. Ha sido así desde que nació. Tanto, que no pude darle el pecho. No podía ser de otra forma”, recuerda. Aún así, el balance no podía ser mejor. “Nunca pensé cómo sería la maternidad pero, de haberlo hecho, jamás hubiera imaginado cómo es en realidad. Reconozco que echo de menos tiempo para mí, pero estoy segura de que eso pronto volverá. Ser madre sólo me ha aportado cosas positivas. Ahora, por ejemplo, soy mucho más organizada y eficaz”, comenta la fotógrafa.

Cristina forma parte de ese grupo de mujeres

que no viven aferradas a las reglas. Se siente libre. Controla su vida y la vive como le apetece. Sin presiones, ni agobios; una forma de ser de corte easy going con la que impregna cada cosa que hace. “La sociedad no nos exige nada a las mujeres. Somos nosotras las que nos exigimos y nos frustramos solas”, añade. Sabe cuáles son sus valores y cree plenamente en ellos. Tanto que espera poder transmitír­selos un día al pequeño Gael. “Es muy importante enseñársel­os y que los conozca. Luego, él que elija lo que quiera. Pero, sobre todo, que nunca se olvide de ser buena persona”, termina ésta.

Mónica Cruz Actriz y diseñadora

“DESDE QUE SOY MADRE, ME SIENTO MÁS MUJER”

Dice Mónica Cruz que a ella el instinto maternal se le despertó muy pronto. “Puedo hablar por mí misma y siempre lo he tenido. Desde pequeña

soñaba con tener hijos, pero como a los 20 se me despertó el reloj, era consciente de que aún era joven y no era el mejor momento para serlo, pero cuando se despierta no hay nadie que lo frene (risas).” Y fue entonces cuando Mónica empezó a planificar­lo todo, no es una cosa que se pueda hacer de un día para otro, hay que hacerlo con cabeza, es un proceso que dura unos años hasta que se pone todo en marcha. Y se puso hace ya cuatro años, cuando la actriz y diseñadora, que ahora tiene 40, decidió que había llegado el momento de cumplir tan anhelado sueño. Y lo hizo sola, recurriend­o a la inseminaci­ón artificial, una técnica a la que cada vez más mujeres (normalment­e sin pareja) optan en España. “Desde que era joven, era una opción que tenía ahí y ya está . No quería empezar una relación con alg uien y meterme en la maternidad, porque los principios son siempre buenos pero no sabes cómo terminará... Y si las dos personas, me da ig ual el padre que la madre, no están al mismo nivel, siempre paga el pato el niño, pero eso no podía ni quería que pasara. La gente me dijo : ‘Qué valiente eres por hacerlo sola’, y a mí me parece más valiente o arriesgado hacerlo con pareja porque si sale mal… Al final cómo lo hice da ig ual, soy madre, no tengo ni más ni menos mérito que otras, tengo a mi familia, recibo ayuda, da ig ual cómo lo hagas. Lo que siempre digo es que yo ya no pienso en mí, sólo en mi hija.”

Esa niña, que se llama Antonella y tiene cuatro años,

es la razón de que Mónica esté tan feliz cuando habla de ella y de lo que la maternidad ha supuesto en su vida. “Te pone en un sitio en el que nunca has estado, por mucho que te lo cuenten los demás, que te lo digan tus amigas con hijos o tu familia. Yo ahora pienso en qué hacía antes sin mi hija, en si me aburría o no antes de nacer ella y es entonces cuando me doy cuenta de que es algo que puedes hacer sola, sacas unas fuerzas de dentro que no pensabas que tenías, es más una cosa animal, que no se puede explicar con palabras. Digamos que desde que soy madre me he sentido mujer.” Sobre qué opinión le merece esa parte de la sociedad que considera egoísta tener un hijo sin pareja, Cruz lo tiene muy claro. “Creo que hay muchos mensajes equivocado­s que no hacen bien a nadie. Cada uno puede ver la vida como quiera, pero siempre desde el respeto, porque lo tuyo no tiene por qué ser mejor que lo del otro, al final, lo importante es que el niño, nazca donde nazca, necesita amor y punto, venga de donde venga, de dos madres, una madre o dos padres.” Mónica reconoce que respeta a las mujeres que no quieren tener hijos porque es consciente de la responsabi­lidad que entraña serlo, todo lo que necesitan los niños, tanta atención y mucho amor. “Ser madre es el acto de responsabi­lidad más generoso del mundo y, si tienes una vida o un trabajo que no estás dispuesto a cambiar, entiendo que no lo seas porque, inmediatam­ente, te colocas en otro nivel, pasas a estar siempre después de todo. A mí me encanta disfrutar de este regalo.”

Centrada en su faceta de diseñadora y a punto de volver a la tele,

Mónica nos confiesa que está deseando darle un hermanito o hermanita a Antonella, pero que no es tan fácil como la gente cree. “Siempre dije que cuando mi hija tuviese tres años repetiría la experienci­a. Esos tres años se han pasado volando y yo me conozco... Fíjate que ¡he empezado a salir ahora con mis amigas! y acabo de pasar una noche fuera por motivos de trabajo y ¡lo llevo fatal! Además, como ahora estoy retomando mi trabajo otra vez, si me quedo embarazada, voy a tener que dejarlo y, sinceramen­te, estoy sola y necesito trabajar. También me gustaría esperar un poco más adelante para que Antonella sea partícipe de mi embarazo y del bebé, que le pille más mayor. Pero tampoco me puedo esperar mucho… casi prefiero no pensarlo (risas).”

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