El británico Stuart Vevers aterriza en Nueva York y redefine el cool
Pocos saben adelantarse a la exigencia de los tiempos como Stuart Vevers. Culpable del éxito y resurrección de Coach 1941, el diseñador británico nos cuenta cómo está viviendo su historia de amor con la Gran Manzana. New York, New York...
Nueva York, esa ciudad acoge en su corazón incontables pisadas vagabundas, sig ue obrando el milagro. Y no sólo en el buen envejecer de las canciones de Frank Sinatra. En plena revolución millennial también hay lugar para la magia. Y sino, que le pregunten a Stuart Vevers, director creativo de Coach. Fue en este mismo lugar donde comenzó todo para él. Corría el año 96 cuando dejó atrás por vez primera la estrechez de las calles de Yorkshire y la humildad del barrio que le vio nacer, para saborear las mieles de los entresijos fashion neoyorquinos. La ciudad le acogió por primera vez bajo el paraguas de Calvin Klein, firma que se encontraba por entonces en plena explosión creativa y que le propició su
primer contrato en la industria. “Estaba hambriento por aprender, por explorar incluso dentro de mí y de mi propio sentido del gusto”, nos cuenta 21 años y cinco casas de lujo europeas después. De su impecable recorrido profesional se desprenden nombres como Bottega Veneta, Givenchy o Louis Vuitton. Un recorrido intachable que se compone de hitos como la reconducción de Mulberry y Loewe –tres y cinco años respectivamente–, debido a una brillante dirección creativa cosechadora de éxitos.
En el presente, Stuart lo vuelve hacer con Coach. “Me llevo conmigo incontables experiencias vividas en estas increíbles firmas que me han formado como diseñador”, nos cuenta el creativo británico. “Con frecuencia, he aprendido que son esas ideas que me hacen salir de la zona de confort las más fuertes y decididas a la hora de abrirse paso.” En 2013, la familia Cahn fichó a Vevers para reescribir un nuevo capítulo en la historia de Coach. “He invertido 20 años en el mercado del lujo europeo tradicional. Y con esta oportunidad he querido desafiarme a mí mismo, verme de nuevo como aprendiz. Es un proyecto que incluye la ciudad de Nueva York, lo que implica cierta actitud de fanfarronería, utilidad, diversión… en definitiva, mi objetivo ha sido traer una nueva perspectiva al lujo.”
Esta firma de accesorios americana nació en 1941 en un pequeño taller de seis artesanos donde fabricaban bolsos y carteras para los hombres que
“Coach ha sido muy liberador como diseñador por su espíritu honesto”
trabajaban en Manhattan. En los 60, alcanzó la cima gracias a Bonnie Cashin, diseñadora a la que se atribuye el nacimiento del sportwear. El tamaño de sus bolsos, más grandes que la media, convirtió a esta marca en el objeto de deseo definitivo de la mujer moderna. Un éxito que la catapultó a la fama, pero también la imbuyó en su propio laberinto comercial. Coach retoma hoy su american cool más de cinco décadas después gracias a Stuart Vevers. “Coach es ese sueño americano que Estados Unidos vive y representa hoy en día, por ejemplo, en Hollywood. Se dirige a los soñadores. A mí, como forastero, me nace darle ese aire romántico.”
En el año 2016, Vevers marcó un éxito en la historia de la firma durante la Semana de la Moda de Nueva York. El primer desfile de Coach era ese sueño hecho realidad. “Nuestro primer desfile durante la Semana de la Moda de Nueva York nos permitió reposicionarnos con otra identidad y comenzar una nueva conversación sobre la casa. Fue nuestra oportunidad para explicar que las cosas han cambiado. Es un nuevo amanecer para Coach.” Fue así como la firma se convertía en tiempo récord en la quintaesencia del coolismo, con colecciones impregnadas en la cultura juvenil y referencias pop, con bombers extra grandes y parches del gato Félix, con guiños a Texas y a La casa de la pradera… Coach 1941 se ha convertido en una cita ineludible en el calendario de la moda que se funde con el target millennial. “Los nuevos códigos del lujo están siendo definidos por una generación que prefiere gastar dinero en una zapatilla, camiseta o mochila. Buscan sentirse reflejados pero con ese punto de fantasía que aporta la moda”, afirma el diseñador británico.
Vevers no sólo está a favor del cambio, es más, lo celebra. “Es cierto que la moda se está moviendo rápido, pero es que el mundo se está moviendo rápido y la moda es un mero reflejo.”
“Buscamos el sueño americano desde un nuevo amanecer”