Especial mamás. Fashion-mums
Olvida los excesos. Esta temporada, la pasarela nos da una bofetada de realidad con ejercicios aptos para la mujer madre y trabajadora. Texto: Vanessa Santos
El desfile habla de mantener un espíritu de amor y esperanza y aprovechar el momento.” En estos términos se expresaba la diseñadora Stella Mccartney a la salida de su show en la ópera parisina del Palais Garnier –la británica no quiso renunciar al lugar en el que suelen celebrarse sus shows, pero prefirió reducir el aforo para que fuese “más íntimo”–. “Es una reacción al mundo en el que vivimos hoy y una celebración de la experiencia de la vida”, explicaba. La segunda hija del exbeatle Paul Mccartney y la fotógrafa y activista por los derechos de los animales, Linda Eastman, ha visto cómo las cifras
de venta de su compañía crecían como la espuma en los últimos dos años. Sus abrigos oversize extra cozy de tejidos ecológicos, los confortables jerséis de mohair y las siluetas ligeras a las que nos tiene acostumbrados son, a pesar (o gracias) a su corrección cool, algunas de las piezas más codiciadas por los insiders de la industria. ¿Aburrimiento o exceso de realidad?
En este caso, ninguna de las dos opciones. Stella reinterpreta el armario femenino. Ella posee esa habilidad para trasladar su propio estilo cool a sus colecciones. Mccartney diseña para la mujer fuerte y contemporánea, para la businesswoman y para la que es mamá; sus musas son las mujeres reales, las que necesitan estar perfectas desde primera hora del día hasta la noche. “La idea es no tener que cambiarme de ropa cuando tenga algún evento o reunión por la noche”, explica la diseñadora.
Adiós excesos. Y a pesar de que últimamente se han alzado algunas voces críticas entre la prensa especializada que acusan a la pasarela de proyectar un exceso de realidad, son varias las diseñadoras que no pierden de vista a la mujer que necesita trabajar e ir a recoger a sus hijos a la salida del colegio a la hora de plantear sus colecciones.
Victoria Beckham ha sido capaz de consolidar su propio imperio y su faceta de mujer emprendedora y madre de cuatro hijos. Lejos quedan los tiempos de la Spice pija. Ahora su firma homónima se vende en más de sesenta países y ella misma ha ido puliendo su estilo con el paso de los años hasta bajarse definitivamente de los tacones. Sus colecciones han ido relajándose temporada tras temporada hasta llegar a la de este verano, en la que Beckham practica siluetas amplias, faldas de balanceo sutil, vestidos amplios de tejidos extrasuaves y, sobre todo, mucho zapato plano –en el desfile, las modelos mostraban la misma bota en todos los looks–. Parece que Victoria diseñase su ropa con ella misma en mente, algo que, de hecho, sucede en el caso de muchas diseñadoras. “Esta temporada las telas han sido mi punto de partida”, explicaba. “Por mucho que quiera utilizar tejidos interesantes, la gente tiene que ponerse mi colección”, puntualizaba.
Tras su salida de Marni tras veinte años al frente de una firma que ella misma creó junto con su marido, Consuelo Castiglioni deja atrás una estela de patrones elegantes, arquitectónicas y ligeros. La diseñadora nunca perdió la perspectiva de que sus diseños iban dirigidos a una mujer real, representada en toda su complejidad, su belleza y su imperfección. Para esta primavera propone mujeres enfundadas en looks monocromos, adornadas con maxipendientes y pegadas a unos semibolsos con forma de alforja que permiten imaginar un día a día en la vida de cualquier mujer contemporánea.
Casi en el extremo opuesto, Donatella Versace parece olvidar las vicisitudes de la vida de las madres trabajadoras. La hermana del diseñador asesinado, Gianni Versace, celebra la fortaleza de las mujeres, las que caminan a grandes zancadas sobre la pasarela sin renunciar a su potente feminidad a pesar de su trabajo y su faceta como madre y esposa. Para gustos, los colores.
La pasarela propone hoy más colecciones para la mujer madre y trabajadora