Justin Theroux sabe demasiado
Si eres de las que aún te da pena Jennifer Aniston por no estar con Brad Pitt... es porque no conoces a este actor que nos ha cautivado con la serie The Leftovers.
Cuando hace tres años se estrenó The Leftovers, muchos pensaron que sería otra ida de olla del productor de televisión Damon Lindelof tras el decepcionante final de Lost. Sin embargo, esta serie, a medio camino entre el sueño, la nostalgia y la depresión, se ha convertido en objeto de culto para millones de espectadores que siguen las andanzas de unos personajes desconcertados por no saber qué ocurrió con los 140 millones de personas que desaparecieron de repente de la tierra. Y al frente de todos ellos, el atractivo y atormentado jefe de policía, Kevin Garvey, interpretado por Justin Theroux, que ha supuesto el reconocimiento mundial para un actor que ha permanecido durante años a la sombra de su mediática mujer, Jennifer Aniston, pero que gracias a esta serie se ha convertido en objeto de deseo de directores (y espectadores).
Aprovechando el estreno de la tercera y última temporada de The Leftovers, hablamos con él en un hotel en Los Ángeles donde aparece vestido de negro, su color favorito, y donde descubrimos a un hombre irresistible, sorprendente, extraño. Escritor, actor y pintor ocasional, Theroux es un intelectual formado en el prestigioso Bennington College, donde también estudiaron mentes tan brillantes como Bret Easton Ellis, Donna Tartt o Peter Dinklage. GLAMOUR: ¿Qué es lo que más has disfrutado todos estos años haciendo una serie como The Leftovers?
JUSTIN: El hecho de que no revele sus misterios. Ni los guionistas, ni los creadores ofrecen una respuesta concreta al público. Al contrario, les dejan preguntándose qué es lo que realmente sucede con los personajes. GLAMOUR: The Leftovers entra de lleno en el subconsciente para mostrarnos la historia como un sueño, como una realidad alternativa. Tú, que trabajaste con David Lynch en Mulholland Drive, no me negarás que la serie tiene algo suyo... JUSTIN: Puede ser también una pesadilla (se ríe). Sí,
entiendo lo que dices. The Leftovers está rodada de una manera que parece más una película que una serie de televisión, eso permite más posibilidades, que la producción sea más creativa. Sin embargo, también es cierto que al no contar todo a la audiencia, ellos tienen que imaginarse lo que está sucediendo y cada uno lo hace desde su propia perspectiva. Es un enorme abanico de posibilidades. No es un truco dejarles elegir, es parte de lo que significa disfrutar de una historia. Creo, como Lynch, que es importante no revelar todo al público. GLAMOUR: También habla de la pérdida, del duelo, del sentimiento de soledad. Es difícil encontrar series que retraten esa sensación de estar solos, de que el tren ha pasado por nuestras vidas y nos hemos quedado mirando cómo.
JUSTIN: Estoy totalmente de acuerdo. Retratamos el trauma colectivo con precisión, cuando una desgracia golpea a una comunidad hay algo que nos cambia. No sabría cómo explicarlo, es una energía que se percibe en grupo y nos transforma. GLAMOUR: Al menos dinos una cosa, ¿sabremos lo que sucedió con los que se fueron de la tierra?
JUSTIN: No lo creo. Yo no lo sé y me parece que Tom Perrotta (el autor de la novela en la que está basada la serie) no nos lo dirá nunca. GLAMOUR: Hablemos un poco más de ti. Estudiaste en Bennington College, una universidad liberal famosa por la que han pasado cientos de artistas.
JUSTIN: Sí, y me licencié en dos carreras: Artes Visuales y Drama. Después, me trasladé a Nueva York sin tener claro si quería ser pintor o actor, así que lo intenté con ambas cosas. Bennington es una maravillosa escuela liberal que me permitió descubrir que lo mío no eran las matemáticas ni la física cuántica. GLAMOUR: Tu mujer, Jennifer Aniston, ha dicho que eres un hombre del Renacimiento porque pintas, escribes guiones, actúas... ¿Eras capaz de hacer todo esto al mismo tiempo que rodabas The Leftovers? JUSTIN: No, necesito bloques de tiempo para poder escribir y esta serie no me lo ha permitido. Me está resultando imposible desprenderme tan fácilmente de mi personaje. Si me dedicara a escribir y a rodar The Leftovers a la vez, acabaría esquizofrénico. GLAMOUR: ¿Por qué te gusta diversificarte como artista, hacer varias cosas? JUSTIN: Porque hay más posibilidades de encontrar trabajo. También por estabilidad. Aunque parezca que escribir y actuar es algo sencillo y factible, en realidad es mejor aún porque puedo desaparecer un tiempo de la pantalla y centrarme en mi faceta de guionista. Escribir me ayuda a ser más selectivo en mis decisiones frente a las cámaras, de otro modo, por razones económicas, tendría que elegir proyectos con los que, tal vez, no me sentiría completamente cómodo. GLAMOUR: ¿En algún momento de tu vida sentiste inestabilidad económica? JUSTIN: ¡ Claro! Hubo un tiempo en el que las cosas no me fueron bien, cuando no tuve tanta suerte. Honestamente, si miro hacia atrás no recuerdo otra cosa que no fuera no tener dinero. Me pasaba la vida pensando en cómo iba a llegar a fin de mes, pero era feliz. También soy feliz ahora, pero aquellos fueron los años más felices de mi vida, cuando estaba arruinado. La primera vez que me mudé a Nueva York me vi obligado a hacer todo tipo de trabajos. Tenía muchísimos amigos que me ayudaron, hubo un tiempo en el que no ir al dentista durante cinco años no era un problema. Era otra forma de vivir.