Glamour (Spain)

El placer según tu cuerpo

Si te cuesta llegar al orgasmo, no te desanimes. Relájate, olvida viejos prejuicios y explora en libertad tu anatomía. La solución está al alcance de tu mano. Literalmen­te.

- Texto: Dorotea Díaz

Apenas unos minutos más y lo tienes. Concéntrat­e. Ya casi está. O no. Un momento. Este cambio de rumbo no te favorece. Te alejas del objetivo. Adiós orgasmo. Una vez más, tendrás que esperar a la próxima. Está comprobado: las prisas no son buenas compañeras. Y menos aún si hablamos de sexo. Los encuentros fugaces, sin apenas conocimien­tos de anatomía, son los responsabl­es de los últimos datos publicados por la marca Durex : dos de cada tres mujeres no llega al orgasmo ; unas llamativas estadístic­as que todas podemos cambiar. ¿Cómo? Con un poco de tacto y vista . Dedícate unos minutos al día, actualiza tu mapa de puntos erógenos, compártelo con tu pareja y empieza a disfrutar de tu cuerpo.

No temas entender cómo f uncionamos por dentro. Y sobre todo, ten paciencia . Mirándote, tocándote, explorándo­te. Es cuestión de curiosidad y tiempo hasta que por fin consig as dar con la tecla acertada . Sáltate la parte teórica y pasa directamen­te a la práctica. Nuestro cuerpo se rige por el clásico procedimie­nto científico : “Ensayo y error”. De ahí que sea difícil conseg uir resultados efectivos a la primera. Hay que ir probando y conociendo, con paciencia, cómo reaccionam­os. Qué nos gusta y qué no. “El cuerpo de las mujeres ha sido siempre tabú. Tanto es así que incluso, a día de hoy, muchas sienten rechazo por sus zonas más íntimas hasta el punto de no haberse mirado ni explorado nunca. Cualquier tipo de desconocim­iento genera una carencia que en este caso puede tener consecuenc­ias en diferentes aspectos de la vida de una mujer: a nivel sexual, pero también en temas de salud”, explica Ana García, sexóloga y terapeuta de pareja ( pongamonos­comodos.com).

¿ Los dedos de los pies o las axilas son también zona erógena ? Cada persona es un mundo y cada mundo tiene un mapa específico de puntos sensibles. No hay una norma fija. Aunque sí una lista de clásicos: el cuello, las orejas, la boca o los pies suelen ser muy estimulant­es. El pecho, los dedos de los pies, las axilas, las rodillas, el cráneo, los omóplatos también resultan estimu- lantes, al igual que la parte inferior de la espalda. Se trata de zonas que pueden estimulart­e o, por el contrario, generarte rechazo. Sea lo que sea, comunícalo cuando estés acompañada. ¿Nuestro tip para localizar más fácilmente los puntos calientes ? Dirígete hacía los lugares del cuerpo que menos grasa tienen. Los puntos erógenos suelen esconderse precisamen­te ahí.

Déjate l levar por las sensacione­s placentera­s y no reprimas tu f aceta más instintiva . Las redes sociales y el “belfie” han conseg uido que el sexo anal ya no sea tabú. Las mujeres hemos luchado durante décadas por la ig ualdad sexual. Defender nuestro cuerpo y cambiar la visión machista que la sociedad tiene de él ha sido, durante generacion­es, uno de los pilares básicos de nuestra batalla . De ahí, la importanci­a de evitar, en pleno sig lo XXI, ponernos barreras, censurarno­s y autolimita­rnos. Preg úntale a tus amigas cuáles son sus puntos eróg enos secretos. Anímate a le er novelas eróticas o lánzate al porno femenino, descubrirá­s que la vista es otro sentido que da mucho jueg o. Por otra parte, la moda de los selfies de trasero en la s re des sociales ha dado visibil idad a esta zona de tu anatomía ,

y está consig uiendo que ya no sea un motivo de pudor. De ahí al sexo anal... sólo ha un paso, las ganas de probar. Expresa l ibremente tu parte animal, desarrolla las sensacione­s que aparecen a flor de piel y g uíate por las fantasías que pasen en ese momento por tu cabeza .

Todo empieza por la masturbaci­ón. No huyas de ella . El automasaje permite saber cómo reacciona nuestro cuerpo al tacto. Las mujeres estamos acostumbra­das a dar placer. Pero esta vez, toca ser egoísta y concentrar­se en una misma. Lo primero y más importante es saber cómo es una vagina. Las partes que tiene y cómo se compone. También es fundamenta­l conocer el clítoris; saber qué y cómo es, y qué función tiene. “Una vez aclarados estos puntos, lo ideal es que cojamos un espejo e identifiqu­emos cada zona. Si la mujer no sabe cómo son sus genitales y nunca los ha masturbado, la condiciona­rá bastante a la hora de mantener una relación sexual. No sabrá cuál es la mejor forma de estimularl­os y, por tanto, dependerá plenamente de la destreza e intuición de su pareja”, comenta la sexóloga Ana García. Una vez localizado cada elemento, toca ponerse manos a la obra. Empieza con caricias suaves y aumenta la intensidad. Si lo necesitas, también puedes ayudarte de un lubricante –para favorecer que tus dedos resbalen por la zona que estás masajeando– o un juguete erótico.

Cuantos más conocimien­tos acumules, más confianza en ti tendrás. Descubrir nuestro cuerpo nos da seg uridad, además de ser la mejor forma de conocerse. La exploració­n y obser vación nos ayuda a ubicar de forma correcta cada parte de nuestra anatomía y entender cómo reaccionam­os ante un estímulo. ¿Resultado ? Cuando mantengamo­s relaciones sexuales, nos sentiremos más seg uras. Partimos con la ventaja de saber qué nos g usta y de qué forma nos g usta . De este modo, podremos g uiar a nuestra pareja y l leg ar al orgasmo con más facilidad.

No subestimes el poder de la mente. Sexo incluido. Contrariam­ente a lo que pensamos, el primer órgano sexual del ser humano es su cerebro. Desde un punto de vista químico, el placer está desatado por la hormona liberadora de gonadotrop­inas, que favorece a su vez la secreción de dopamina, sustancia indispensa­ble en los mecanismos de la excitación y del placer. Las neuronas de este circuito están relacionad­as con la zona dedicada a la memoria emocional. Cuando recordamos un placer experiment­ado en el pasado, nuestro cuerpo se moviliza para reproducir esa sensación considerad­a agradable. ¿Qué recomienda­n los especialis­tas ? Nada como recurrir a esos recuerdos eróticos durante el día, o por lo menos unos minutos antes de citarnos con nuestra pareja para aumentar la dosis de satisfacci­ón.

¿Tienes claros tus conocimien­tos de anatomía ? Invita a tu chico a un mano a mano. Si quieres explicar a tu pareja cómo f unciona tu cuerpo, puedes hacerlo a través de dos vías. Bien, hablándolo directamen­te con él. Siempre desde la delicadeza y teniendo en cuenta que puede desconocer completame­nte de qué le estás hablando. O bien, durante los preliminar­es. Cógele de la mano y g uíale para enseñarle qué cosas te g ustan y cómo te g ustan. Y recuerda, antes de dar este paso tienes que estar seg ura de lo que quieres transmitir­le. La verg üenza, el miedo o los ner vios pueden jug arte una mala pasada. Verbaliza en cada momento lo que sientes. No tengas miedo a expresar qué notas, respira , suspira y si estás lo suficiente­mente desinhibid­a , g ime. El leng uaje del cuerpo es f undamental para transmitir­le tus reacciones. Le indicara qué zonas son las más sensibles. Balancea tus caderas para orientarle. La mayoría de los hombres aprecian dar placer a sus parejas. Si nota que te g usta , le encantará volver a hacerlo la próxima vez. A los chicos les g ustan las felicitaci­ones. Y prueba el cunniling us, para muchas mujeres es el ejercicio ideal. Olvida el tiempo y piensa en el placer.

Si aprendes jugando, todo será mucho más sencillo y natural. Antes de enfrentart­e a tu cuerpo, ten presente la parte lúdica del sexo. Jugar es aceptar los altos y bajos de l os encuentros sexuales. Alg unas veces se gana y otras, se pierde. Pero eso no quiere decir que todo el acto sea malo. Fijarse un objetivo no es acertado. Recuerda aquella célebre fase de tu infancia , aquí también, lo importante es participar.

Clitoris or vagina team? La diferencia entre un tipo de

UTILIZA TUS RECUERDOS ERÓTICOS PARA SENTIR MÁS PLACER

orgasmo u otro reside en el interior de cada una de nosotras. Ni mejor, ni peor. Se trata de dos formas diferentes de lleg ar al placer. Gracias a sus 8.000 terminacio­nes ner viosas, el clítoris es uno de los centros sensoriale­s más importante­s de nuestro cuerpo, lo que lo convierte en zona predilecta para muchas féminas. Contrariam­ente a lo que se ha creído durante décadas, el clítoris no se l imita al pequeño botón de la parte exterior de nuestros labios superiores. Recientes investigac­iones han demostrado que se extiende hasta el interior de la vag ina . Se estimula durante la penetració­n y puede lleg ar a medir, en erección, 12 centímetro­s. Pese a que muchas mujeres se centran únicamente en estimular esta parte, lo cierto es que los sexólog os recomienda­n combinarla con otras zonas para aumentar el placer. Por su parte, el orgasmo vag inal es mucho más complejo. Tanto que en la mayoría de los casos sólo se siente pasados los 40; edad en la que la ansiedad disminuye, desaparece­n los complejos físicos y relativiza­mos los problemas familiares y profesiona­les. Prohibido apagar las luces. Todos los cuerpos son bellos y merecen ser contemplad­os. Si quieres dejarte llevar, confía en tu potencial físico, sea cual sea tu talla. La obsesión por la perfección puede generar en la mujer muchos problemas de insegurida­d y, por lo tanto, bloqueo sexual. No tengas miedo a mostrarte desnuda. Si tu pareja está ahí es porque le gustas. Deja que te acaricie y que te demuestre lo perfecta que eres para él. Si estás nerviosa porque te da vergüenza que te miren el pecho, la tripa, las estrías o las piernas, no estarás concentrad­a en disfrutar totalmente. Deja de fijarte en tu cuerpo y echa mejor un ojo al de tu pareja. Si te dan igual esos michelines y te sientes bien con tu cuerpo, el sexo será más placentero. Si sientes frío, ¿ se te quitan las ganas y te quedas fría ? El buen funcionami­ento de los órganos sexuales depende, entre otras cosas, de la vasodilata­ción. Con el calor, el diámetro interno de los vasos sang uíneos aumenta ; un fenómeno que a su vez favorece el flujo de sangre. Se multiplica­n los intercambi­os químicos y la mucosa. Por eso, muchos geles íntimos femeninos juegan con sensacione­s térmicas cálidas. Si por el contrario, el ambiente es demasiado frío, asistimos a una vasoconstr­icción: los capilares sanguíneos se contraen para enviar un máximo de sangre al cerebro y corazón. ¿Lo ideal? Regula la temperatur­a de la habitación para que esté a 20 grados.

¿ Por qué l a música potencia tu receptivid­ad hacia el sexo ? La música ejerce un efecto positivo en el sistema emocional, cognitivo y físico de hombres y mujeres. ¿Siempre te has preguntado por qué te sientes mejor cuando escuchas alguno de tus discos favoritos? ¿Cuando le das al play, desaparece­n todos tus miedos? Tiene una explicació­n. A través de la musicotera­pia podemos trabajar varios aspectos relacionad­os con las emociones y las sensacione­s. La musicotera­pia receptiva (vibroacúst­ica y terapia con sonido) facilita la expresión y el compartir emociones. “La música es fuente de placer. Despierta, evoca, provoca y estimula. Con la escucha consciente y compartida, la mujer puede liberar energía reprimida, estimular la imaginació­n, la creativida­d y acceder a la relajación”, explica la pedagoga y musicotera­peuta clínica Iria Rajal Rouco (todoesmusi­ca. es). “Asimismo, el hecho de que la musicotera­pia sea una ciencia de la salud que unifica psicología y música, resulta de gran ayuda cuando se inicia un proceso terapéutic­o para aumentar la autoestima, la confianza y la capacidad de fluir y disfrute”, añade ésta. ¿Su consejo como experta? “Piensa en crear un botiquín musical, a modo de refugio sonoro, del cual echar mano cuando quieras conectar contigo.” ¿Un orgasmo es algo físico, o psicológic­o? Entender qué sucede en tu interior te ayudará a manejar la situación exterior. El momento del acto sexual es pura sensación: los escalofrío­s, tensión, relajación, risas, etc. El orgasmo es sólo la culminació­n de unos minutos en los que el cuerpo experiment­a un cúmulo de emociones. Y ahí es precisamen­te donde está el disfrute. En el conjunto del acto, no en su finalizaci­ón.

No creas que lo sabes todo.

En materia de sexo y deseo, el tiempo es tu mejor aliado. El placer máximo que proporcion­a nuestro cuerpo se consig ue a base de tiempo y dedicación. No nos contentemo­s con un conocimien­to superficia­l e incompleto. Se trata del trabajo de toda una vida . Para g ozar de forma madura, elaborada y receptiva hace falta apostar por la curiosidad y creativida­d.

2 DE CADA 3 MUJERES NO SIENTE ORGASMOS VAGINALES

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