“ESTA FÁBRICA ES MI CASA”
Dejó las subastas de arte contemporáneo para dedicarse a la decoración de interiores. Alice Bizien nos abre las puertas de su casa, su proyecto más especial. Producción: Marie-maud Levron. Texto: A-C. Scoffoni. Fotos: Yann Deret
A lice Bizien, decoradora aficionada a la caza de tesoros perdidos y experta en arte contemporáneo, ha transformado una antigua fábrica de salazón en el hogar de su familia. El resultado es un entorno refinado y exquisito que lo convierte en único. Un espacio bañado por la luz muy apacible para vivir. “Constantemente estoy revisando y mirando los anuncios de ventas de casas. Me gusta saber qué se vende, cómo está el mercado, qué barrio está en alza… Un día vi un anuncio de Argenteuil y me di cuenta de que había muchos edificios interesantes; desde casas de campo en las colinas hasta mansiones señoriales, muy del s. XIX, a orillas del Sena o gigantescos lofts y cobertizos de artistas cerca de la vía del tren –todo ello a tan sólo 9 km de París, listos para ser transformados–. Visitamos varias casas y compramos ¡la primera!”, explica Alice.
El comienzo : la vivienda, desde 1900 estuvo ocupada por el
director de una fábrica de salazón. A ésta estaban adosados los diferentes talleres industriales, de los cuales sólo permanece en pie el principal, con un techo de más de cinco metros, directamente conectado con la casa principal.
Y se hizo la luz. La casa estaba en buen estado, pero el conjunto en sí era triste y oscuro. Alice tuvo que replantearse los colores y también los suelos, los espacios abiertos y la planta baja. “Dibujé los planos y rediseñé las habitaciones y las zonas de paso. Hoy se ha convertido en mi carta de presentación para conseguir trabajos”, explica. El antiguo taller es ahora un salón con un toque personal. “En nuestra casa, los muebles se movían continuamente, esos recuerdos son parte de mi ADN. Mis ojos siempre están abiertos”, concluye. “Para ser honesta, no tengo un estilo particular. Soy una buscadora de gangas y cuando veo una pieza mobiliaria o una obra, enseguida imagino dónde podría ir o cómo yuxtaponerla con el resto. Desde luego ‘cazo’, sobre todo, objetos y muebles de mediados del siglo XX, pero me encanta combinar un pieza ornamental de bronce de Napoleón III con sillas de los años 50 de skai azul, por ejemplo. También soy una gran fan de los diseñadores de los años 50 y 60, obviamente Borsani, Ponti, Cadovius, Apulin, Guarriche…”, enumera Alice mientras vigila a sus hijos correr por su casa-fábrica.
“ME GUSTAN SOBRE TODO LAS PIEZAS DE 60” LOS 50 Y