Glamour (Spain)

El calor envejece

El hot yoga o el sofoco de una clase de spinning pueden provocar en tu piel tantas manchas como el sol. Combátelo con base de maquillaje mineral y cremas refrescant­es.

- Texto: Laura Dondis. Fotos: Bjarne Jonasson

Alg o inesperado ha hecho saltar las alarmas en Arabia Saudí: muchas mujeres han detectado en sus mejillas ese tipo de manchas que suelen salir a causa del sol. Se supone que debería ser imposible, “teniendo en cuenta que van cubiertas por el niqab, el velo tradiciona­l musulmán que cubre el rostro. Su piel difícilmen­te ha sido expuesta”, dice Zoe Diana Draelos, profesora de Dermatolog­ía en la Universida­d de Duke (EE.UU.) y especialis­ta en hiperpigme­ntación. “Las manchas nunca habían sido un problema para ellas.” Al otro lado del mundo, en el Upper East Side de Manhattan, está ocurriendo algo con lo que nadie contaba. “Muchos monitores de spinning y mujeres que realizan hot yoga más de cinco veces a la semana han experiment­ado una mayor decoloraci­ón y un enrojecimi­ento más persistent­e que otros pacientes”, dice Doris Day, profesora de Dermatolog­ía en el Hospital Langone Medical Center de Nueva York. A pesar de que se aplican rig urosamente sus filtros de protección solar, ahí están las manchas. “Solíamos pensar que los rayos UV son la única causa externa que provoca manchas de envejecimi­ento, pero cada vez más investigac­iones revelan que no sólo”, dice Day. “Algunas formas de calor están resultando ser tan dañinas como los rayos UV.”

Una clase de hot yoga al mes o una velada junto a la chimenea no van a dañar tu piel de forma significat­iva, pero si lo haces con frecuencia sí pueden causar ciertos trastornos. “Los chefs y panaderos, que se exponen diariament­e a temperatur­as elevadas, tienen tasas mucho más altas de hiperpigme­ntación que otros pacientes”, dice Whitney Bowe, profesora de Dermatolog­ía Clínica en el Hospital Mount Sinai de Nueva York. Del mismo modo, seg ún un estudio de la Universida­d Nacional de Seúl, sólo 30 minutos de exposición al calor tres veces por semana pueden ser suficiente­s para provocar un desastre en tu piel que se haría visible en forma de arrugas seis semanas después: el calor baja los niveles de antioxidan­tes protectore­s y daña los genes responsabl­es de las proteínas que crean colágeno nuevo.

Tal y como ocurre con los rayos UV, el calor puede penetrar en las capas más profundas. “Dispara los melanocito­s, las células encargadas de producir el pigmento de la piel. Y provoca que éstos generen más pigmento como mecanismo de defensa, lo que da lugar a manchas”, dice Draelos. “Los melanocito­s reaccionan cuando les lastiman, y el calor es un tipo de lesión.”

La buena noticia es que hoy más que nunca sabemos cómo combatir ese exceso de calor que envejece la piel. Una de las mejores armas de defensa es la base de maquillaje. Elígela con minerales como dióxido de titanio, óxido de zinc, óxido de hierro o caolín. “Estos ingredient­es actúan como inhibidore­s físicos contra los infrarrojo­s (IR)”, dice Draelos. La radiación por infrarrojo­s supone cerca del 50% del total de la radiación solar, por lo que la base de maquillaje mineral es realmente eficaz. Cuántos más minerales te apliques, mejor. Una base de cobertura total es la mejor opción. Claro, que nada puede darnos más pereza que llevar la cara totalmente cubierta de maquillaje para ir a yoga, al gimnasio o a correr. Así que lo ideal es recurrir al layering : combina una base lig era – como Bareskin, de Bareminera­ls–, más una crema de protección solar, más un sérum antioxidan­te – como Total Defense + Repair, de Skinmedica–.

Para hidratar, refrescar y combatir la inflamació­n de los rayos IR , el extracto marino de venuceane “mantiene la piel fresca durante un periodo de tiempo prolongado”, dice la dermatólog­a Jordana Herschthal. También puedes recurrir a trucos de la vieja escuela : enfriar la piel con una ducha helada o una máscara refrigeran­te después del ejercicio hará que baje notablemen­te la temperatur­a. Según Day, si lo haces justo después de exponerte al calor, reducirás considerab­lemente el daño. Lleva en tu bolsa del gimnasio una mascarilla o gel hidratante y aplícatelo nada más salir. Hydro Boost Water Gel, de Neutrogena, alivia y reconforta. Si a eso le añades una limonada fresca, el efecto cool down está garantizad­o.

“DESPUÉS DE SUDAR, APLÍCATE UNA CREMA CON VENUCEANE”

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