Modern fantasy
Modernos y espectaculares escenarios, para nuevos tiempos, dibujan la costura del presente. Acariciar la moda más exclusiva nunca fue tan inmediato ni evocador. Texto: Amalia G. Cátedra
florece una nueva primavera en el Grand Palais. El murmullo de las fuentes acompasa una hipnótica balada parisina –a los platos Michel Gaubert–, y un sinfín de rosas y hojas de hiedra trepan por unos arcos infinitos y alegremente dispuestos, alrededor de este marco inigualable. ¿Qué mejor que un jardín típicamente versallesco para albergar la nueva costura de Chanel?
“Tras los estrictos looks de Hamburgo quería lo contrario, quería fantasía francesa, ligereza a la francesa”, declaraba Karl Lagerfeld después de su enésima puesta en escena de tintes magistrales. Esta propuesta P/V 18 Haute Couture es Chanel en su máxima expresión. Una troupe de modelos, capitaneada por Kaia Gerber, dejaba entrever sus bellos rasgos de ninfas a través del tul de sus tocados o de sus coronas a modo de diadema. Envueltas en vestidos de pedrería
y marabú en tonos empolvados acariciando sus hombros y calzadas en delicados botines transparentes con tweeds a juego. Seda, gasa, organza, paillettes, cuentas, piedras, strass… el lujo y la delicadeza están ser vidos.
El abecé de la ensoñación.
“Así debe ser la Alta Costura, el prêt-à-porter es otra cosa”, expone Lagerfeld. “Tenemos la suerte de contar con proveedores y talleres que saben hacer de todo. Porque la Alta Costura es una forma de confeccionar vestidos, pero para fabricar esa calidad de bordados y detalles se necesitan personas que tengan un saber hacer tradicional. Si Chanel no hubiera comprado los talleres de arte no sé cómo los habríamos hecho”, concluye este maestro couture de nuestros días. “Lo que me fascina es contar con la posibilidad de crear lo que me gusta en las mejores condiciones, y con los mejores, es un inmenso lujo.” Este
DETALLES DE TRANSPARENCIAS Y BORDADOS EN PEDRERÍA CREAN VESTIDOS DE ENSOÑACIÓN