Tu verano empieza con estos vestidos
Desde el gótico brillante de Susie Cave hasta el free spirit de Isabel Marant, la temporada vaticina un verano repleto de vestidos. Estas son las siluetas que triunfan.
on su piel de alabastro, su melena negra y sus ojos verde esmeralda, la belleza oscura de Susie Bick embrujó a diseñadores (Azzedine Alaïa o Yves Saint Laurent) y a fotógrafos (Steven Meisel, Helmut Newton y David Bailey) durante su época sobre las pasarelas. Hoy, la exmodelo británica casada con la estrella del rock australiana, Nick Cave, lidera una marca de vestidos que toma el nombre de una novela inacabada de su marido, The Vampire’s Wife, y que desde sus inicios ha sido capaz de crear una identidad propia y reconocible a través de una silueta particular. Los vestidos de The Vampire’s Wife parecen dirigir su mirada hacia épocas pasadas, pero sin perder de vista el futuro, combinando cortes victorianos con tejidos extravagantes y brillantes como el lúrex y una silueta que resulta sexy pero recatada al mismo tiempo. Cuenta la mujer del vampiro que todo empezó en su casa de Brighton, con una única idea en mente: diseñar vestidos para ella misma; sin embargo, y a pesar de su corta vida –su primera colección vio la luz en 2014–, la firma turbadora y oscura de Susie Cave cuenta hoy con una legión de fieles seguidoras adictas a sus vestidos. Alexa Chung, Maggie Gyllenhaal, Florence Welch, Chloë Grace Moretz o Cate Blanchett han sido fotografiadas vistiendo alguno de sus bellos, oscuros y turbadores diseños. Batsheva Hay es otro de los nombres propios que resuenan en el amplio abanico de vestidos para esta temporada. La abogada neoyorquina decidió crear su firma homónima en 2016, poco
THE VAMPIRE’S WIFE, SILUETA RECATADA Y SEXY
tiempo después de ser madre. En la línea neovictoriana iniciada por firmas de high fashion como Simone Rocha o Valentino, la silueta de los vestidos de Batsheva se inspiran en algunos de los iconos vintage de su creadora ( la galesa Laura Ashley, Alley Cat de Betsey Johnson o la desaparecida Gunne Sax) y toma prestados elementos que simbolizan la represión para crear patrones propios de mujeres neovictorianas, pero también de otras más hippies, pioneras e incluso amas de casa. “Al final, mi intención última siempre ha sido dar forma a un universo psicodélico de locura floral”, explica la diseñadora.
El sexy francés y despreocupado de Isabel Marant ha sido capaz de crear legiones de fans a lo largo de todo el
planeta y la línea de sus vestidos, epítome del sexy elegante, continuada por una estela de etiquetas que se inspiran en su sello, a veces bohemio, a veces undone, y siempre free spirit. Firmas como la parisina Rouje o la australiana Réalisation par buscan en sus creaciones esa naturalidad que halla sus pilares en vestidos wrap de líneas sencillas pero sensuales, en siluetas que huyen de lo impostado y en patrones que comunican su lifestyle.
La mujer que viste Cecilie Bahnsen es moderna y femenina. La diseñadora danesa reinterpreta las claves de la feminidad a través de sus vestidos, a medio camino entre esculturas y piezas de arte conceptuales para mujeres contemporáneas que disfrutan vistiéndose para ellas mismas. Su propuesta juega con siluetas voluminosas y engañosamente simples a través de tules semitransparentes, mangas abullonadas y cuellos baby doll. Molly Goddard es una de las últimas estrellas del diseño británico. A sus vestidos les debemos que se haya vuelto a poner de moda el tul de princesa, las transparencias, el rosa y los colores chillones, cierta nostalgia del kinderwhore noventero y el romanticismo. Pero ojo, si algo caracteriza a los vestidos de Molly Goddard –y de su marca homónima–, es precisamente la ausencia de cursilería. La inglesa se empeña en descontextualizar el tul y lo transforma en un tejido que va mucho más allá de las fábulas de princesas. Azúcar sí, pero en su justa medida.
MOLLY GODDARD, ADALID DEL NUEVO VESTIDO ROMÁNTICO