ÚRSULA MASCARÓ, un siglo de sueños a tus pies
La diseñadora menorquina es puro nervio y talento. Fundadora del movimiento balear Mos Movem, nos recibe en su casa en una fecha más que redonda y familiar: los cien años de Mascaró.
Sale el sol en Menorca. Aunque esto suene a tópico, las borrascas no se dejaron en el tintero las Islas Baleares. Así que sí puede considerarse un golpe de suerte que el sol nos visite el mismo día en que Úrsula Mascaró nos recibe en su bella y nívea casa de estilo payés. La encontramos posando para estas fotos, abrazando a su gata Blondie: “Mis hijos ya están en la adolescencia y empiezan a ir más a su bola, pero estos [refiriéndose a sus preciados felinos] siempre van conmigo”. Sobran los motivos para ir a respirar el slow life que otorga la brisa mediterránea y charlar largo y tendido con la diseñadora del grupo Mascaró ( Jaime Mascaró y Pretty Ballerinas). Esta marca histórica y referente del calzado español cumple cien años. Lo que a principios del siglo XX fue una marca blanca de bailarinas menorquinas llamada Rubrica, adoptó el nombre de su diseñador en los 80 para diversificarse e internacionalizarse. Hoy en día, tiene presencia en todas las capitales del
mundo, y calza a famosas de la talla de Angelina Jolie, Claudia Schiffer e incluso a la reina Letizia Ortiz. “Cien años es un número de supersolera”, exclama Úrsula. “Es un poco extraño, porque yo no estaba ahí. Es un orgullo, pero también una responsabilidad, pues hay que seguir haciéndolo igual de bien.” A la pregunta de si alguno de sus hijos querrá seguir la tradición, responde dubitativa: “Ursulita de pequeña quería ser diseñadora, pero tienen que hacer lo que les guste, porque al final, en el trabajo, ¿cuántas horas pasamos?”. “Yo estudié interiorismo en Milán, supongo que para escapar un poco. Mi padre venía a Italia a ver pieles y materiales y yo le acompañaba, así que empecé sin cuestionármelo.”
Una voz para Menorca. Otro motivo no menos importante para visitar a Úrsula es preguntarle por su última ( y sonada) acción social: Balearnia y el movimiento civil Mos Movem, del que es fundadora. Dicha plataforma combate la obligación de los médicos en Baleares de acreditar un nivel de conocimiento del catalán. “Siempre he sido un poco así, un poco rebelde, un poco directa, sin miedo, porque me lanzo a las cosas por justicia. Y a medida que voy envejeciendo... veo que no me corrijo (risas).” Sin embargo, no duda de que esto es lo correcto. “Tengo amigos íntimos en el hospital: un gallego, otro peruano, otro chileno... y nadie tiene el título de catalán. No lo tengo ni yo, ¡ni de castellano! ¿Tú tienes un B2 de castellano? Yo tampoco. ¡Y no me digas que no nos entendemos perfectamente!” Este razonamiento es el germen de Mos Movem. “Así que empezamos a salir a la calle, a protestar un poco, porque... ¿quién va a venir a operarnos? ¿Quién va a querer venir ahora a vivir a Menorca? La política es un mundo que no me interesa, esto es una plataforma social. Los políticos, últimamente, tan solo crean heridas, y nosotros creamos sueños. Pero sí, ahora me he metido en este berenjenal.” Y bendito berenjenal, pienso yo para mis adentros.