Rumbo a Miconos
Dicen que a Maria Callas le encantaba navegar junto a Onassis alrededor de esta preciosa isla griega, una de las más bellas y seductoras del mar Egeo para practicar el hedonismo tranquilo. Texto: Elena Mandacen
La fotógrafa griega Lizy Manola visitó la isla de Miconos cuando solo tenía 18 años, era la primera vez que se iba de vacaciones sin sus padres y quedó maravillada con los encantos de este precioso lugar a orillas del mar Egeo. “Se podrían escribir muchos libros sobre Miconos, pero yo prefiero quedarme con sus interminables playas, su preciosa arquitectura, su deliciosa gastronomía y su increíble vida nocturna”, explica Manola, que unos años después decidió comprarse su propia casa allí y publicar un libro en el que cuenta qué tiene este lugar para enamorar cada año a millones de personas que no dudan en visitarla. Mykonos Muse (editado por Assouline) refleja otra cara distinta de la que estamos acostumbrados a leer de este paraíso de 85 kilómetros cuadrados, desde
sus raíces antiguas hasta su comunidad de artesanos, que mantienen vivas las tradiciones de la isla. “Desde la antigüedad, Miconos siempre ha sido una isla de fiestas. Es un lugar donde se celebra el hedonismo, no hay tabúes, y los lugareños siempre han acogido a los inconformistas”, explica Manola. Si en los años 60 los hippies conquistaron Ibiza como el paraíso para su forma de vida, los griegos descubrieron en los 70 en Miconos su destino ideal para pasar las vacaciones. Casas blancas, molinos y remates en azul cobalto se superponen en esta isla, un paraíso para los amantes de la arquitectura. A veces, al recorrer las calles, se tiene la impresión de caminar por un laberinto blanco radiante, con toques de azul intenso, todo en perfecta armonía. Y es que, como dijo el gran Le Corbusier, “a menos que hayas visto las casas de Miconos, no puedes pretender ser arquitecto. Cualquier cosa que tenga que ver con la arquitectura está aquí”. Esta icónica isla, bañada por las aguas verdes azuladas del mar Egeo y conocida también como la Isla del Viento, es famosa por sus paredes encaladas, sus molinos de viento y sus calas privadas. También por ser el retiro para diseñadores de moda, artistas, filósofos y bohemios durante décadas. Un lugar ideal para practicar algo tan necesario como el hedonismo tranquilo y lejos del mundo real y, en el caso de los famosos, de los paparazzi.
La pasión de Callas. De todas las celebrities que se quedaron prendadas con la magia de Miconos, una de ellas es Maria Callas. Cuando se cumplen 40 años de la muerte de la mejor cantante de ópera de la historia, la persona que más sabe de ella, el director Tom Volf, ha viajado por todo el mundo en busca de archivos excepcionales, la mayoría inéditos hasta ahora. El resultado es la película Maria by Callas, un retrato íntimo y personal por la vida de una mujer que nunca soñó con ser una estrella, pero que gracias a su talento se terminó convirtiendo en toda una leyenda. En la película queda claro cómo a Callas le encantaba navegar por las aguas de las islas griegas, especialmente por Miconos, junto al amor de su vida, el multimillonario Aristóteles
En la isla no existen tabúes, ES UN PARAÍSO PARA INCONFORMISTAS
Onassis, y alejarse del mundanal ruido y del estrés que le producía su carrera profesional y la presión mediática que sufría por su innegable popularidad.
Playas cristalinas. Para escribir e ilustrar Mykonos Muse, Lizy Manola habló con historiadores y lugareños e investigó en la Biblioteca Municipal de Miconos, en el Museo Popular y en el archivo del Museo Benaki en Atenas. “Me gustaría que la gente supiera que Miconos no es solo champán, clubes nocturnos y el patio de recreo de la jet set”, explica Manola. Y es que, aunque la mayoría de las playas están pobladas por bares llenos de gente, todavía existen algunos lugares donde escaparse de la multitud y darse un baño prácticamente en solitario. Es lo que puedes hacer en la playa de Paraga, llena de belleza y encanto e ideal para practicar buceo o snorkel gracias a sus aguas cálidas y cristalinas y a la gran cantidad de fauna marina que se encuentra allí. Quien visite
Miconos por primera vez, se dará cuenta de que es una isla llena de energía y en la que se mezla el pasado con el presente. Fue considerada bohemia, gay, hippie..., pero realmente está abierta a todo el mundo. Incluso en verano, cuando está repleta de turistas, Miconos sigue manteniendo su esencia. Si viajamos a su capital, Chora, disfrutaremos con sus casas tradicionales, de paredes blancas con techos planos, puertas de madera pintadas de azul y balcones adornados de flores. También descubriremos en sus estrechas callejuelas tiendas de souvenirs, de ropa y también de joyas. Y perdiéndonos por ellas, encontraremos pequeñas plazas donde tomar algo a un precio razonable, lejos de barrios más turísticos y de las playas más concurridas. De todos los sitios en los que poder disfrutar de la exquisita gastronomía griega, Lizy Manola hace especial hincapié en el restaurante Nammos, situado en Psarou Beach, y donde esta fotógrafa recomienda probar, entre otras cosas, el queso tyrovolia con pan de pita o las famosas Mama’s Meatball servidas con patatas fritas.
Petros, el pelícano. No podemos marcharnos de la isla sin conocer a su auténtico protagonista, el pelícano Petros, una leyenda con una entrañable historia detrás. Dicen que llegó a Miconos en 1954, tras una tormenta, y se estableció en ella, seguramente enamorado de su belleza. Petros vivió allí durante 30 años y logró ganarse el cariño de todos, por lo que su muerte fue tan sentida entre los residentes y turistas que lo convirtieron en la mascota oficial de la isla.
EPSATRAA ILSALACEARLALASS, U REFUGIO, UN LUGAR PARA LA PAZ