Glamour (Spain)

Greta Bellamacin­a quiere

Poeta, actriz y activista, así es Greta Bellamacin­a. Luciendo las piezas más líricas y florales de la temporada, habla con Francesca Carington sobre cómo la creativida­d puede ayudar a cambiar el mundo.

- Fotos: Grant James-thomas. Estilismo: Sophie Goodwin

cambiar el mundo con poesía

De qué somos dueños realmente? De todos modos, todos nos beneficiam­os de las ayudas para la vivienda en vacaciones”, escribe Greta Bellamacin­a en su nueva colección de poesía. Sus Selected Poems 2015-2017 son políticos, personales, líricos, feministas y conmovedor­es; y están centrados en una nueva vida –el nacimiento de su hijo Lorca ( llamado así por el poeta español, por supuesto)– y en las últimas, la muerte de amigos cercanos como Leonard Cohen o A. A. Gill. Greta escribe sobre la maternidad, el embarazo y el amor, pero al mismo tiempo lucha contra la idea de una sociedad que carece de humanidad suficiente. “Parece un momento extraño para ver a un país entrar en declive”, dice mientras bebe un smoothie de color rubí en Mortimer House. “Y creo que si eres un escritor contemporá­neo, tienes que escribir sobre la época en la que vives. Deseas inspirar y conectar con las personas, con el lado emocional de las cosas.”

Moda humanitari­a. Este sentimient­o de responsabi­lidad social recorre todo su trabajo: como poeta, editora, cineasta, actriz, activista y artista. Trabajó con la marca de moda Maje el año pasado para crear una colección cápsula cuyos beneficios recayeron en Women for Women Internatio­nal, una organizaci­ón benéfica que conquistó el corazón de Greta: “Es algo en lo que realmente creo, si educas a las mujeres, educas a la comunidad”. En 2016, su documental sobre el declive de las biblioteca­s británicas, The Safe House: A Decline of Ideas, fue proyectado en los cines de todo el país. La segunda de cinco hermanos criados en Hampstead pasó mucho tiempo en su biblioteca local: “Sentí que tenía este espacio para soñar y trabajar sobre mis ideas más pequeñas”. Planea recorrer con su libro de poesía todas las biblioteca­s públicas como parte de su misión de crear conciencia sobre el tema. El libro –su tercero– ha sido publicado por New River Press, la editorial que ella y su esposo, el poeta y artista Robert Montgomery, crearon en 2016.

Inspiració­n londinense. Todo comenzó en su piso de Fitzrovia como un experiment­o, como una forma de alentar a la próxima generación de poetas, destinando el 50 por ciento de los beneficios para los escritores y el otro 50 para la editorial. Ahora publican seis libros al año, incluido un anuario que recopila y da voz a nuevos talentos de todo el mundo, sin dejar de lado a los grandes poetas contemporá­neos como Michael Horowitz y Alice Oswald.

Ella y Robert trabajan juntos a menudo. Reunieron una colección de poesía colaborati­va llamada Points for Time in the Sky y descubrier­on que, como dice ella: “Con su voz y mi voz, en lugar de tener una voz más fuerte que la otra, creas una tercera voz, una voz fantasma que supera a los dos”. En su boda en Exeter, el verano pasado, cada uno creó un ‘poema de fuego’, el suyo decía Himnos de la eterna ventana, con

“REALMENTE CREO QUE, SI EDUCAS A LAS MUJERES, EDUCAS A LA COMUNIDAD”

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Greta Bellamacin­a delante de la casa de la Wildflower Farm, en Kent. La poeta lleva vestido, de Louis Vuitton.
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Greta lleva vestido bordado, de Dior; y body, de Salvatore Ferragamo.

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