LA INSPIRACIÓN: el icónico vestido blanco
Simboliza la paz y la inocencia, pero también la fuerza femenina y el nuevo futuro. Los vestidos que llevarás este verano solo pueden ser blancos.
el color blanco simboliza una de las historias de amor más odiadas del imaginario musical. John Lennon y Yoko Ono se casaron hace casi medio siglo en la que fuera una de las ceremonias –y su correspondiente luna de miel– más icónicas que se recuerda. Tras varios intentos descabellados por casarse en secreto, la pareja aterrizó en Gibraltar vestida de blanco de arriba abajo y ocultando su rostro con sendas gafas de sol que no se quitaron durante los diez minutos que duró la ceremonia oficiada por el secretario del registro civil, Cecil Wheeler. Allí, de pie y con la antigua colonia británica como escenario, se legitimó la unión entre el beatle y la descendiente directa del noveno emperador de Japón –además de cantante y artista
incomprendida–, y comenzó una no menos particular luna de miel que se convertiría en una verdadera oda a la paz. John y Yoko abandonaron la roca del fin del mundo –como le gustaba llamarla al músico– inmediatamente después de darse el “sí, quiero” y volaron a París en su jet privado para alojarse en el Hotel Plaza Athénée. En plena guerra de Vietnam, y tras el envío de tropas a Laos y Camboya por parte del presidente Nixon, los dos artistas hicieron de su viaje de novios un verdadero alegato a favor de la paz y en contra de la guerra que articularon en la suite presidencial del Hotel Hilton de Ámsterdam. Allí, voluntariamente encerrados y con la prensa como visitante, John y Yoko se volvieron a vestir de blanco impoluto y dieron forma a su Bed-in for Peace.
El color de la protesta. Antes, a principios del siglo XX, el movimiento sufragista británico había escogido el blanco como el tono que simbolizaría su protesta y que culminaría en el Hyde Park londinense con más de 30.000 mujeres ataviadas con vestidos y faldas largas en este color para garantizar su visibilidad. A partir de entonces, el blanco pasaría a formar parte para
siempre de las reivindicaciones de las mujeres sufragistas británicas.
Tampoco es casualidad que, durante su campaña a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton vistiera en varias ocasiones una chaqueta blanca, pulida, sencilla, minimalista, y un dos piezas del mismo color, como símbolo de su propia visión de Estados Unidos. En su momento, The New York Times se cuestionó si ese era el color más apropiado para la que fuera aspirante a la presidencia de Estados Unidos, pero Hillary parecía tenerlo claro, hasta el punto de que acudió vestida de este tono a la investidura como presidente del que entonces fuera su rival, Donald Trump. Más tarde, ella misma lo explicaría, ese atuendo y ese color fueron, probablemente, algunas de las decisiones más pensadas de Clinton.
Colores que cuentan historias.
En la moda, los colores son capaces de construir historias, y el blanco es el color del poder, de la seguridad, de la pulcritud, de la fuerza, del cambio. Pero también es el color que simboliza la paz, la pureza y la inocencia. Tras algunas temporadas asomando tímidamente la cabeza, el total look white resurge con fuerza sobre la pasarela y reivindica su lugar como protagonista absoluto del verano. En forma de dos piezas con bermudas en Bottega Veneta, como jumpsuit semitransparente en Pringle of Scotland, de piel e inspiración cowboy en Rodarte y de vocación urbana y líneas sencillas en Victoria Beckham, lo cierto es que esta transición hacia la asepsia simboliza un nuevo futuro, el comienzo de una nueva era en la que lo que de verdad importa es la sensación de libertad, de pureza, de principio y de futuro. Y dentro de esta nueva idea, el blanco funciona con la mismas posibilidades de éxito que sus análogos en negro.