Sam Claflin, el superviviente
El actor, que estrena este verano A la deriva, nos confiesa su romanticismo absoluto, su miedo a los desnudos ante la cámara y su pasión por su mujer y sus hijos.
aeste británico de 32 años le gusta la acción. Lo demostró con Piratas del Caribe y Los juegos del hambre, y lo hace ahora con un estreno muy apropiado ( léase entre líneas) para esta época del año. Hablamos de A la deriva, una película basada en una historia real que cuenta cómo una pareja de aventureros, Tami y Richard, deciden emprender un viaje a través del océano sin imaginar que navegarán directamente hacia uno de los huracanes más catastróficos de la historia. Debido a la tormenta, ella despertará y encontrará a Richard gravemente herido y su barco en ruinas. ¿Los localizarán a tiempo? A Sam Claflin le acompaña Shailene Woodley, con la que vivirá una romántica aventura que terminará convirtiéndose en un viaje de supervivencia. Lo que nadie duda es que este actor va escalando puestos en Hollywood, consciente de luchar contra el poder y el peso de otros actores de su país, con los que comparte generación, como Nicholas Hoult o Eddie Redmayne. Claflin fue educado en Norwich, en una familia de clase media sin ninguna relación con el mundo del arte y la interpretación. Su padre era contable y su madre profesora, aunque la gran pasión del actor siempre fue el fútbol, hasta el punto de que estuvo a punto de convertirse en jugador del Chelsea, pero una lesión acabó con sus sueños. Admirador de la selección española, Sam nos confiesa que nuestro país puede ganar el Mundial de Rusia. Ojalá. De su vida personal sabemos que está casado con la actriz Laura Haddock, con la que tiene dos hijos pequeños a los que adora. Y que lleva tatuado en su brazo el numero 8 porque es su favorito. GLAMOUR: A la deriva es una película que transcurre íntegramente en alta mar y cuyo rodaje fue muy duro. ¿ Por qué decidiste interpretarla? SAM: De haber sabido lo que iba a marearme, me lo hubiera pensado más. La verdad es que fue terrible, me puse malísimo en el barco, no una, sino varias veces. Recuerdo que un día, al ir a recoger mi guion para leer unas líneas, descubrí que un miembro del equipo lo había utilizado para limpiarse la cara. Nadie se libró de marearse y los cubos con vómito eran habituales. GLAMOUR: Tu pareja en la película es Shailene Woodley. ¿ La conocías antes de rodar? SAM: Muy poco, tenemos amigos comunes y habíamos coincidido en algún evento social. Rodar con ella ha sido maravilloso, es una actriz estupenda, muy profesional. Los dos dependíamos el uno del otro en esta película y la experiencia no ha podido ser más gratificante. GLAMOUR: A la deriva se inspira en una historia real. ¿ Sabías antes de rodar lo que le pasó a esta pareja en su maldito viaje desde Fiyi a Australia? SAM: No, yo me dejé llevar por el guion. Creo que, en casos tan dramáticos como este, es mejor interpretar el personaje según la visión del director. Los personajes que interpreto son parte de mi vida, y trato de adaptar cada papel a mi forma de trabajar. Cuando estoy rodando me dejo invadir por el personaje. Sin embargo, la responsabilidad se multiplica si tengo que meterme en la piel de una persona real. GLAMOUR: Tu papel lo iba a interpretar Miles Teller, pero finalmente decidió no hacerlo. ¿Cómo te sientes al sustituir a un actor? SAM: Creo, sinceramente, que el papel estaba destinado para mí. No estoy reemplazando a Miles, él no pudo rodar esta película y yo estaba disponible. Así de sencillo. Eso ha ocurrido en otras ocasiones y no me ofende en absoluto. Miles es un tipo estupendo. Además, en mi carrera soy consciente de no ser el primer elegido
“SOY MUY OBSESIVO Y ME PREPARO FONDO” MUY A