James Rhodes, te toca la fibra sensible
A El pianista británico nos recibe en su apartamento ubicado en el emblemático barrio de Salamanca y nos cuenta por qué España le sienta especialmente bien. James escribe un nuevo capítulo.
Me prometí a mí mismo no hablar siempre de las cosas buenas, como la paternidad, la música, el amor o las torrijas… Considero muy importante que todos en general nos acostumbremos a hablar más de lo complicado, y eso en mi caso se traduce en episodios de autolesiones, intentos de suicidio y violaciones. No es algo especialmente agradable, pero de esta manera uno ayuda a esas personas que pasan por algo parecido a sentirse un poco menos solas.” Si has leído Fugas e Instrumental, este tipo de reflexiones no deben sonarte a chino. Su autor, James Rhodes, se ha convertido en una de las voces de nuestro tiempo por su valentía para hablarle a la cara a la ansiedad ( Fugas) y por desnudar su alma en una suerte de autobiografía no exenta de crudeza ( Instrumental). James es esa persona capaz de decir verdades como puños, mientras sus dedos se deslizan al compás de una sonata de Beethoven y su cabeza ensaya la pieza que tocará en el próximo concierto o programa su siguiente entrevista, todo a la vez. La misma que te habla con cercanía de música clásica, de los abusos que sufrió siendo niño y del poso que solo una experiencia así de traumática es capaz de dejarte para el resto de tus días. Pero la vida ahora le sonríe, y el autor asegura que todo tiene mucho que ver con Madrid. Hace ahora un año que James cambió los disgustos del Brexit por la placidez que le da pasear por Serrano y Malasaña, los fish&chips por los manjares de Santerra, su restaurante preferido en la capital, y el estrés asfixiante de Londres por la gratificante sonrisa de un transeúnte en el metro o por la seguridad de ir por la calle con el móvil en la mano y “sin miedo a que te lo roben, eso en Londres es inconcebible”, asegura. El pianista nos recibe en su coqueto apartamento del barrio de Salamanca y allí respiramos en primera persona la ansiada calma que Rhodes ahora experimenta gracias en parte a la capital española. GLAMOUR: Has manifestado en varias ocasiones tu amor por España y por esta ciudad en especial. ¿Cuál es la mejor parte de experimentar un nuevo comienzo? JAMES: La idea de poder dejar atrás errores pasados y empezar repleto de frescura otra vez. No sé si es totalmente posible, pero espero que sí, especialmente si ya he aprendido de aquellos errores. ¡Y qué lugar para un nuevo comienzo! Lo mejor de España, aparte de lo obvio como la comida y el buen tiempo, es el calor de la gente. Tanta apertura y amabilidad a veces resultan abrumadoras. Me siento afortunado de poder vivir en España, es un país tremendamente inspirador. GLAMOUR: ¿Cuáles son tus lugares y tus personas preferidas de Madrid? JAMES: Las tapas de Santerra son lo mejor que he comido nunca. Me encanta ir a tomar algo al Teatro Pavón, caminar con mi cámara por Malasaña o pedir un café delicioso para llevar en Waycup, en Núñez de Balboa. En lo personal también he tenido la suerte de hacer muy buenos amigos. Siempre lo paso en grande con Los Javis, Tamar Novas y Belén Cuesta. Admiro y quiero a Javier Bardem, y pienso que Manuela Carmena es la mejor política que tenemos en este país. GLAMOUR: “La música salva”, esta es una de las máximas de Instrumental. ¿Cómo te sientes al piano y qué le dirías a todos aquellos que se aburren con la música clásica? JAMES: La música me transporta, me hace sentir libre y seguro. A quienes piensan así les diría que escuchan la música equivocada. Mira, el género clásico está repleto de gente muy estirada, pero si ignoras esa primera impresión de pretensión, mola mucho la idea de que es un tipo de arte elevado. Si escuchas mi playlist de Instrumental en Spotify, probablemente encuentres piezas que te inspiren. GLAMOUR: En Fugas tratas de cerca el tema de la ansiedad. ¿Cómo se maneja siendo famoso? JAMES: Todos experimentamos ansiedad. De hecho, puede que nunca haya existido una época en la que el mero hecho de estar vivo fuera tan estresante. Niños, adolescentes, padres… nos pasamos todo el tiempo conectados, estresados y bajo presión. Me encantaría que en los colegios enseñaran a meditar, imagínate los resultados de hacerlo cada mañana. Reduciríamos el problema en un 90 por ciento en toda una generación. GLAMOUR: En tus libros haces frente a las emociones y hablas de problemas que mucha gente sufre en silencio. ¿De qué manera te sientes identificado con el movimiento #Metoo o con protestas en casos como el de “La Manada”? JAMES: Lo ocurrido con “La Manada” es absolutamente despreciable. La ley y quienes la aplican tienen mucho que cambiar aún, pero por otra parte es muy inspirador ver cómo las mujeres se lanzan a la calle a manifestar su indignación. El cambio está sucediendo, la gente está escuchando y la vergüenza comienza a desaparecer, por fin.
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