LA NUEV ADNEOAMVIÉAR ICA
Tras cautivar a la crítica y al público con su primera película, American Honey, Sasha Lane vuelve a dejarnos boquiabiertos con The Miseducation of Cameron Post, un drama emotivo y polémico en el que comparte protagonismo con Chlöe Moretz.
Llega a nuestra entrevista después de haber hecho esta sesión de fotos, por lo que Sasha Lane lo primero que hace es mostrarme el trabajo que ha hecho el equipo de maquilladores y peluqueros. Destellos de oro rosa brillan desde sus párpados hasta sus mejillas; sus ojos, sus labios y su piel invitan a metáforas adicionales. Su risa atraviesa tu cuerpo y lo llena de luz. Una melena marrón tierra cae sobre sus caderas. Nos encontramos en un pequeño bar en el oeste de Los Ángeles en una época crítica de la vida de Lane (precisamente en mitad de un sísmico cambio que la llevó de ser una estudiante texana de Psicología a ser una conocida celebrity en Cannes). Charlamos sobre lo que serán para ella los últimos meses de anonimato, ya que a medida que avanza su carrera cinematográfica, con dos estrenos este verano y otro el próximo, todo cambiará. Su presencia en los medios y los eventos a los que debe ir, aumentan exponencialmente y los papeles donde llama la atención por su innegable talento van a más. Es emocionante. Pero es demasiado. La narrativa que Lane sigue a veces se centra en su descubrimiento por la directora Andrea Arnold, quien la vio tomando el sol en las vacaciones de primavera en Florida y la eligió para ser la protagonista de la película American Honey junto a Shia Labeouf y Riley Keough. Lo que la narrativa no incluye es lo que pasó justo después de American Honey: una joven mujer que nunca quiso ser actriz estaba recibiendo de repente abundantes elogios de casi todos los críticos de cine de América, más algunos en Francia ( American Honey ganó el Premio del Jurado en 2016 en el Festival de Cannes). Hace dos años y medio era una simple estudiante de Psicología tomando el sol. Ahora las vacaciones se han terminado. Una sonrisa brillante. Se ríe y su risa ilumina el bar mientras recordamos la introvertida Lane y su ascenso de 180 grados en la industria de la fama, es normal que se sienta como si tuviese que tomar una decisión el día del juicio final. “Estoy aterrorizada”, admite Lane. “Estoy muy feliz, y cada día le doy las gracias a Dios, pero también lloro casi todos los días porque esto es demasiado. Nunca fui la persona que quería ser, ni quería ser famosa. Rezo para que la gente me deje sola durante cinco segundos, llevo el pelo por la cara porque no me gusta que me reconozcan.” Después de que Arnold la sacara de la oscuridad, se mudó a Los Ángeles aconsejada por su manager (quien produjo la película). “Fumé mucha marihuana. Lloré mucho. Iba de la cama a la ventana y al suelo, solo me movía continuamente en ese triángulo. Escribí mucho, muchos poemas, y me volví loca. Hablé con las palomas del parque...” Reconozco que me gustaría hacer un seguimiento de las palomas también.
La (des) educación sexual. Sasha es extremadamente divertida sin intentar serlo. Incluso cuando reflexiona sobre unas de las partes más desafiantes de su carrera –entre terminar American Honey y debutar en Cannes– ella irradia alegría y sinceridad. Este verano la podremos ver en The Miseducation of Cameron Post, que narra la historia de un grupo de adolescentes cristianos que luchan en contra de las terapias de conversión homosexual. Junto a ella está Chloë Moretz, protagonista de la película y que da vida a la Cameron del título. La historia nos sitúa en 1990, cuando tras la muerte de sus padres, una chica de 12 años, Cameron Post, se ve obligada a irse a vivir con su tía, una mujer con ideas muy conservadoras y que la obliga a acudir a un centro de terapia tras ser pillada besando a alguien “incorrecto” después del baile
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del instituto. Sasha Lane, cuyo personaje se llama curiosamente Jane Fonda, será otra de las chicas que están en el campamento (entre otras cosas por no querer estudiar o por fumar marihuana) y que al igual que Cameron es una víctima de las circunstancias y con la que vivirá una pasión prohibida, la necesidad de saber aceptarse a sí misma y con la religión como telón de fondo. Jane es la confidente de Cameron y una mensajera a lo largo de la historia. No es fácil hacer que el campamento de conversión gay sea un lugar divertido (la película no es una comedia), pero Jane es alegre, una comentarista avispada y con una perspectiva dentro y fuera de su situación actual no muy diferente a la de Lane. El resultado no pudo ser mejor: The Miseducation of Cameron Post ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cine de Sundance (Estados Unidos). Su próxima película, Hearts Beat Loud, una comedia con Nick Offerman y Toni Collette, también se estrenó con éxito en este festival.
Un futuro fantástico. En 2019, Lane protagonizará su primera franquicia de superhéroes, Hellboy. En su papel, Alice oye voces de los muertos. Reconoce que Hearts Beat Loud fue la última comedia en la que pudo sonreír, porque la mayoría de sus papeles sacan pedazos de su identidad y los multiplican por mil. “Mi trabajo llega a ser terapéutico y realmente divertido. Llega a ser algo en lo que puedo poner todos mis pensamientos y mi dolor.” Sasha es lo opuesto a lo que se conoce como un crítico de cine. “La película Jurassic Park es lo mío. No sé sobre otras cosas, pero sé cuando algo me gusta.” Parte de su éxito está atribuido a su autenticidad y la otra es atribuible al hecho de que Hollywood no es un lugar sacrosanto para Lane. De hecho, es lo contrario: es una especie de enemigo. “Este tipo de cosas me ponen los pelos de punta, es raro”, afirma. “Nunca me ha importado. Estar en esto ahora es como, ¿qué demonios me cuentas?”
Rompiendo esquemas. Diariamente lucha con sus pensamientos negativos, algo que no ha desaparecido porque haya llegado a ser actriz. Lane, con su vestido de Céline y sus chaquetas oversize, es un símbolo de una nueva estrella estadounidense, talentosa, compleja y un poco jodida. La noche caía sobre Los Ángeles mientras deambulábamos por una estrecha acera. No dejamos de reír.