Alto y claro
Si hay algo que me ha gustado especialmente de este 2018 que ya termina es que por fin las mujeres hemos perdido el miedo a hablar en voz alta. Que se lo digan a la actriz Rose Mcgowan, que no tuvo reparos en narrar en su libro Brave cómo Harvey Weinstein la violó cuando solo tenía 23 años. Gracias a ella, el movimiento #Metoo cobró el protagonismo que se merece. Pero también hemos aprendido a reírnos de nosotras mismas, de nuestras desgracias o de nuestros complejos. Eso es lo que hace la genial Hannah Gadsby, cuyo monólogo, Nanette (que puedes ver en Netflix) revela sus traumas sexuales y cómo ser una minoría en un mundo dominado por el hombre blanco y heterosexual. Mucho humor es lo que transmite también la australiana Celeste Barber, símbolo de la lucha contra los cánones irreales que nos imponen los medios y que parodia a las celebrities desde su cuenta de Instagram (@celestebarber). La salida del armario político de Taylor Swift criticando a la candidata republicana en Tennessee y posicionándose con el partido demócra- ta en las pasadas elecciones de noviembre, hizo que se dispare el número de inscripciones para votar. Y no me olvido de la poetisa y escritora Cleo Wade que acaba de publicar su libro
Hearth Talk donde invita a recordar nuestra fuerza y resistencia, y a reconectar nuestro poder personal y amor interior.